Desde 2004, cada 1° de octubre México conmemora el Día Nacional del Arquitecto
A lo largo de la historia, la arquitectura se ha constituido como una manera de proyectar y construir entornos a través de diferentes técnicas, en las que se modifica y se altera el ambiente físico para satisfacer las necesidades sociales.
Todos estos cambios no serían posible sin la contribución de los arquitectos, ya que son ellos los que llevan a cabo las construcciones más emblemáticas y representativas de un lugar, con lo que redefinen el paisaje urbano de un lugar y crean nuevas estrategias para mejorar la calidad de vida de las personas.
En México, desde 2004 se estableció el 1° de octubre como el Día Nacional del Arquitecto, mientras que en diversos países, desde 1996, se celebra el Día Mundial de la Arquitectura en esta misma fecha.
Los arquitectos ayudan con sus obras a dar vida e identidad a las ciudades, enriquecen los espacios urbanos, mejoran la infraestructura de un lugar y coadyuvan a construir un mejor país, por lo que, con sus proyectos, dejan un gran legado para la historia.
Cabe recordar que el Día Nacional del Arquitecto fue aprobado durante el sexenio de Vicente Fox con el objetivo de poder fomentar la fecha como una oportunidad de revalorar la práctica arquitectónica en nuestro país.
Arquitectos mexicanos
En México, la arquitectura ha alcanzado logros trascendentales en distintos momentos de su historia, y muestra de ello es el gran legado que arquitectos mexicanos han dejado en el país y que hoy en día son le han dado a México una identidad a nivel mundial.
Un ejemplo claro es Pedro Ramírez Vázquez, que con sus obras más representativas marcó la historia nacional: Estadio Azteca, Ciudad Universitaria de la UNAM, Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México, Nueva Basílica de Guadalupe, entro otras.
Luis Barragán fue uno de los profesionales más influyentes en la arquitectura de la modernidad mexicana, por lo que, sin duda, es otro de los reconocidos arquitectos mexicanos, quien obtuvo el Premio Pritzker en 1980.
Juan O’Gorman, por su parte, trabajó en el proyecto del nuevo edificio del Banco de México, participó en la urbanización del Pedregal de San Ángel, diseñó y construyó el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo (1931-1932).
Ricardo Legorreta es creador del Papalote Museo del Niño, el Museo de Arte Contemporáneo MARCO de Monterrey, la remodelación del Zoológico de Chapultepec, la Remodelación de la antigua Escuela de San Ildefonso, el Hotel Camino Real en la Ciudad de México, el Pabellón de México en la Expo 2000 Hannover, el Hotel Sheraton Bilbao, entre otras.
Teodoro González de León, otro de los grandes arquitectos destacados en la historia de la arquitectura mexicana, creó el Museo Universitario Arte Contemporáneo de la UNAM, la Universidad Pedagógica Nacional, Reforma 222, el Museo Tamayo Arte Contemporáneo y remodeló el Auditorio Nacional.
Enrique Norten fundó la revista Arquitectura y desde 1986 dirige TEN Arquitectos. Es creador de obras como el Museo Guggenheim de Guadalajara, Hotel Habita, la renovación de la Colonia Condesa, la Biblioteca Pública para las Artes Escénicas de Brooklyn, la renovación del Teatro de los Insurgentes, entre muchos otros.
Javier Sordo Madaleno, hijo de otro de los más reconocidos arquitectos del país, Juan Sordo Madaleno, es creador de grandes obras como las Plazas comerciales Perisur, Santa Fe, Moliere Dos 22 y Antara.
A estos profesionales, se están sumando nuevos talentos que, de igual manera, ayudan a acrecentar el legado mexicano, como es el caso de Fernando Romero, que dio vida el emblemático Museo Soumaya, un nuevo icono de la Ciudad de México, al Acuario Inbursa, la Plaza Carso, y quien además actualmente está participando en grandes obras como en Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y el Corredor Cultural Chapultepec.