Las camas son los muebles más importantes del dormitorio, el lugar en donde se supone que recuperamos las energías para empezar el día siguiente. No importa si se trata de una cama individual o de una cama matrimonial.
En este sentido, algo que muchos ignoran es la importancia de la ubicación de estos muebles y sus cabeceras. Lo que puede significar un problema si desconocemos los criterios para encontrar la mejor posible.
En los párrafos que siguen, compartimos las cinco claves para encontrar la mejor ubicación posible de nuestra cama.
5 claves para ubicar la cama
1. Cabecera apoyada
Como primer aspecto acerca de la ubicación de nuestras camas, es clave la posición de las cabeceras. Estas deben apoyar firmemente sobre la pared para brindar la sensación de estabilidad necesaria para dormir.
Actualmente, cada vez gana más espacio la moda de una ubicación flotante de las camas, algo que no brindará un buen tipo de descanso. Esto tiene que ver con la sensación de inestabilidad que imposibilitará un sueño profundo.
2. Evitar reflejos
Otro aspecto clave, más allá de la posición de las cabeceras, es el evitar enfrentarnos a un reflejo. Sea que se trate de un espejo, una pantalla o lo que sea, debemos evitar que se genere una duplicación de nuestra imagen.
Esto apunta a la calidad del sueño, que muchas veces se interrumpe haciendo que nos despertemos momentáneamente. Cuando esto sucede, ver el reflejo de alguien, aunque seamos nosotros, puede alterar irremediablemente el sueño.
3. Nunca una puerta detrás
Como puede verse hasta ahora, la ubicación de las camas apunta a brindar condiciones de tranquilidad durante la noche. En este sentido, si tuviéramos una puerta detrás de nuestra cabecera matrimonial estaríamos muy intranquilos.
No tener la posibilidad de ver la puerta de entrada al dormitorio provocará un estado de alerta constante que hará muy difícil conciliar el sueño. Y esto, a su vez, será un atentado directo contra la calidad de nuestro descanso.
4. Nada sobre la cama
Luego, más allá de la ubicación de las cabeceras matrimoniales o de posibles reflejos que nos perturben, es fundamental cuidar lo que hay encima de la cama. Más allá de los peligros reales de esto, tiene que ver con el poder conciliar un sueño tranquilo.
Es muy común que haya un ventilador de techo o lámparas que ocupan una gran superficie sobre el lecho, algo que debemos evitar a toda costa. Tampoco debemos tener estantes muy cargados sobre el respaldo. En suma, nada que nos haga temer una caída sobre nosotros.
5. Dormitorio ordenado
Este último punto no tiene que ver con la ubicación, sino con el entorno en el que ubicamos nuestras camas. Para una mejor calidad de sueño, el dormitorio debe estar ordenado y no evidenciar la presencia de tareas o actividades inconclusas.
Con esto, nos referimos a ropa apilada que todavía debemos guardar, valijas desarmadas a medias y cualquier otra cosa que implique acostarse a dormir con la sensación de algo pendiente.
Con estas claves que compartimos más arriba, ya disponemos de la mejor información para encontrar la ubicación perfecta de nuestra cama.