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Subasta de inmuebles incautados: ¿el morbo vende?

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 Por Jaume Molet Pérez

Dentro de las cosas que más han llamado mi atención desde que vivo en México es cómo el narcotráfico ha influido en la cultura popular en los últimos años. Sin embargo, todo parece indicar que la sociedad ya no responde como antes y para muestra, la subasta de inmuebles incautados de hace unos días.

Resulta que las autoridades han incautado, durante varios años, bienes de miembros del crimen organizado; no es hasta este nuevo gobierno que se decidió que esos inmuebles serían subastados con la idea de que el dinero recaudado se destine a comunidades que realmente lo necesitan.

En días pasados se realizó una subasta de propiedades en el Complejo Cultural Los Pinos, lo que anteriormente era la Residencia Oficial de Los Pinos. Dicha subasta constaba de 27 lotes de propiedades incautadas al narcotráfico que se venderían al público en general. El evento lo realizó el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), pero contra todos los pronósticos sólo se vendieron nueve de los lotes, recaudando solamente 56 millones 643,364 pesos.

La información que encontré fue que se vendieron 66 bases de compra de los inmuebles, y se esperaba que dos de estas propiedades aportaran una ganancia exorbitante, éstas eran: el departamento donde murió, a manos de la policía, Arturo Beltrán Leyva (con sangre y hoyos de bala incluidos) y la finca conocida como Rancho los Tres García, que fuera propiedad de Carlos Montemayor González «El Charro».

Es aquí donde me sorprendió que la subasta no tuviera el éxito anhelado, ya que la SAE solo obtuvo el 32% de las ganancias esperadas, aunque eso signifique que no llegarán tantos recursos a las comunidades de la Sierra de Guerrero.

Aunque el evento no fue catalogado como un fracaso, el titular de la SAE expresó que estas propiedades podrían venderse en el futuro y que en general en las subastas de inmuebles es muy raro que se venda todo lo que está en el inventario.

El precio más alto que se pagó en el evento fue de 22 millones de 100,000 pesos, para una casa habitación ubicada en Metepec, Estado de México, en el Fraccionamiento San Carlos,que tenía un precio de salida de 21 millones 67,000 pesos. Por la casa ubicada en Jardines de Pedregal, en la Ciudad de México, decomisada al Cártel de los Beltrán Leyva, se pagó el precio de salida de 14 millones 313,000 pesos.

La casa que le fue decomisada a Raydel López Uriarte «El Muletas», operador del Cártel de los Hermanos Arellano Félix, ubicada en Rosarito, Baja California, con un precio de salida de un millón 22 mil 250 pesos, se vendió en 1 millón 160,000.

Pero yo de nuevo me pregunto si hay ofertas de inmuebles para todos los bolsillos que no tienen esas historias tan terribles y que no fueron compradas con dinero lleno de sangre, literal y metafóricamente hablando, ¿cuál es el punto de estas subastas? Entiendo que la intención del gobierno es querer ayudar a comunidades desfavorecidas, pero pienso que tal vez la opción sea una reestructuración profunda y una mejor distribución de los recursos del país y no tratar de lucrar con el morbo, que a final de cuentas resultó no ser tan llamativo como se esperaba.

 

Jaume Molet Pérez

Director General para Lamudi México

Twitter: @LamudiMX

Mail: [email protected]

Egresado de la Universidad Politécnica de Cataluña, en donde obtuvo el título de Ingeniero Industrial. Por más de 10 años, Jaume ha sido consultor de estrategia y operaciones en grandes firmas de nivel internacional como AT Kearney, desarrollando estrategias de negocio para las firmas en Alemania, Reino Unido, Arabia Saudita y México, en el mercado Latinoamericano.

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