La intención es crear instrumentos que permitan atender la demanda de vivienda de toda la derechohabiencia del Infonavit, en especial, de los segmentos de población de menores ingresos.
Pero el nuevo director general del Instituto, Carlos Martínez Velázquez, ha dejado muy claro que esta intención, traducida en metas, no buscará alcanzar únicamente objetivos estadísticos, o que se midan solo a partir de criterios financieros, sino que tendrá como prioridad privilegiar los derechos humanos de los trabajadores afiliados al Fondo.
Es evidente que ante los dos mandatos del Infonavit, administrar recursos y otorgar créditos para vivienda, todo apunta a que la nueva administración se cargará por la de otorgar más y mejores créditos, sin descuidar la solidez financiera, pero tomando decisiones claramente encaminadas a beneficiar a quienes tomen o ya tomaron un crédito, en especial, insisto, entre los grupos más vulnerables.
Es así que el Instituto destinará recursos al ya anunciado programa de reestructuras y al que habrá de anunciarse en abril, de incremento de montos de crédito, demostrando con ello la disposición a ceder puntos de rentabilidad del fondo, con tal de ser solidarios con los derechohabientes que más lo necesitan.
Por supuesto, esta decisión refleja tanto la voluntad solidaria de los trabajadores, que son a fin de cuentas los dueños del Fondo, como los acuerdos alcanzados en un Consejo de administración marcado por el tripartismo.
Se trata de dos acciones muy importantes, porque el programa de reestructura de créditos que se anunció apenas el 6 de febrero, ya tiene más de 50,000, de los cerca de 200,000 trabajadores a beneficiar este año.
En tanto que en abril habrán de presentarse los nuevos montos de crédito, que habrán de sustituir al subsidio como instrumento que permita elevar la capacidad de compra de los trabajadores de menores ingresos.
Repito; lo presentan en abril, y el objetivo inmediato será acelerar su proceso de implementación, buscando con ello evitar un colapso de una parte del sector, que había dirigido su producción hacia la vivienda que habría de contar con un subsidio.
ENCUESTAS TUITERAS
Generalmente hago encuestas en Twitter. La opinión de quienes siguen mi cuenta me ayuda a entender muchas cosas. En esta ocasión pregunté sobre en qué invertir y en qué no invertir este año en materia de vivienda.
De entrada, una muy amplia mayoría, 76%, opinó que en el resto del año la producción de vivienda social se reducirá a nivel nacional, 59% se limitó a decir que habrá reducción, pero 17% fue más allá opinando que bajará mucho.
Fue abrumadora la mayoría que dijo que no invertiría en vivienda social (o en autoproducción asistida), lo mismo que la que dijo que este año las oportunidades de inversión estaban en la vivienda media.
También una clara mayoría opinó que los precios de la vivienda subirían en la Ciudad de México, 39% dijo que subirían mucho y 36% dijo que el alza sería moderada.
Por último pregunté si este era buen momento para comprar casa… Ganó el sí, pero con un muy apretado 38%, seguido muy de cerca por el no, que registró 35%, en tanto que el porcentaje restante se lo repartieron las opciones de: sí, por supuesto, y no, para nada.
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