De acuerdo con expertos, mientras que la oferta de casas en el segmento de interés social llega a cero, el segmento residencial ha crecido 18%
La falta de oferta para atender los diversos segmentos, así como un constante incremento en el precio promedio de las viviendas, ha generado que la Ciudad de México (CDMX) sea una de las principales urbes que excluye a la población de bajos ingresos y la expulsa a la periferia, coincidieron expertos en el material.
Al participar en un foro organizado por la asociación civil Mejor Ciudad, los especialistas indicaron que, en los últimos años, la venta de vivienda con valor inferior a los 400,000 pesos ha desaparecido del radar en el mercado capitalino; además que hoy es más fácil encontrar una vivienda con valor superior a los 4 millones de pesos, que una del segmento social.
Al respecto, Ignacio Kunz, especialista en planeación y urbanismo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló que factores como la poca densidad, impactan en el costo de suelo en la capital, lo que a la larga repercute en el valor de la vivienda. Señaló que no contar con suelo desarrollable, obliga a empresario apostar por proyectos de mayor rentabilidad, por lo que prefieren desarrollar vivienda de alto costo.
“Usar parámetros basados en densidad y la asignación de usos de suelo eficiente e intensivo (Best and high) son causa de esta exclusión en la capital. En esta modalidad, el valor del suelo se fija por el uso más eficiente en cada zona, con lo cual se elevan los costos y se hace inaccesible la adquisición de inmuebles en zonas céntricas para aquellos que tienen menos recursos económicos”, dijo.
Por otro lado, Janet de Luna, Directora de Proyectos de Mejor Ciudad, indicó que, ante esta problemática, la planeación y ordenamiento resulta fundamental. Dijo que para impulsar el desarrollo de vivienda se debe caminar hacia una normativa más eficiente y clara.
“Simplificar la normatividad y quitar contradicciones para dar certidumbre a todos los actores involucrados en el desarrollo inmobiliario es fundamental, es decir, que el desarrollador y la comunidad sepan qué se puede y/o no desarrollar y que la autoridad tenga claridad en los que puede o no autorizar.
“Para hacer una normativa más clara, por un lado, se debe identificar zonas con superávit de infraestructura al tiempo en el que se refuerza en otras cercanas a fuentes de trabajo y transporte y, por otro lado, facultar al Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva para diseñar usos de suelo claros y directos que permitan mezclar comercio local con centros de trabajo y vivienda, involucrando a miembros de la sociedad civil, autoridades, academia e iniciativa privada”, señaló.
Según datos presentados por Softec, en los últimos 3 años, la producción de vivienda ha sufrido una disminución. De manera concreta, expuso, la oferta de vivienda media ha caido 8.6%, mientras que el mercado residencial ha aumentado 18.5 por ciento. Tan sólo en el 4T2017, detalló, se presentó una contracción de 8.4% en la oferta vivienda nueva terminada, así como una reducción de 3.5% en las unidades en inventario.
A estos elementos se suma una baja de 0.8% en el número de proyectos, además de una tendencia al alza en el incremento de precios, concretamente: un alza de 32% en los precios unitarios del mercado medio y residencial; del 31% para el segmento económico; y del 43% para el segmento social.