En la presente administración más de 1 millón de acciones de vivienda a diversos sectores de la población, principalmente los más vulnerables del país
Se cumplen cuatro años de una renovación en el proceso de desarrollo habitacional en México. Cuatro años de ajustes, que dieron pie a una nueva visión empresarial adaptada a los lineamientos de una Política Nacional de Vivienda, orientada a acotar el crecimiento desordenado y tomar más en cuenta las necesidades de las personas, afirmó la Comisión Nacional de Vivienda y Desarrollo Urbano de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Cuatro años donde se han otorgado, según datos oficiales, más de 1,000,000 de acciones de vivienda a diversos sectores de la población, principalmente los más vulnerables del país.
Si bien la actual Política Nacional de Vivienda está pensada para impactar con mayor prosperidad y de manera incluyente en las familias mexicanas, la realidad es que la industria habitacional enfrenta retos importantes que no deben dejarse de lado.
Partamos entonces, de que los logros en materia de vivienda que se presenten en el Cuarto informe de Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, son buenos, pero no suficientes.
Los retos son amplios. Debemos estimular el ahorro voluntario de los trabajadores, para generar masa crítica de potenciales sujetos de créditos hipotecarios con mayor solvencia. Y de la mano, crear novedosos esquemas de financiamiento a los no afiliados, así como facilitar la movilidad y portabilidad de hipotecas, de manera que un trabajador pueda preservar su capacidad de adquirir vivienda, cuando cambie de residencia.
Otros temas que nos preocupan y ocupan, son la promoción del crédito hipotecario, inclusión financiera, la innovación, desregulación y combate a la corrupción. Es claro que para lograr la modernización del sector vivienda, deben de reducirse tiempos y costos en la operación desde el registro de oferta hasta la individualización de la vivienda, con la finalidad de garantizar un mayor dinamismo de la industria.
En materia de vivienda usada y recuperada, deben establecerse cuáles son las diferencias entre ambas.
También, deben afianzarse los canales para que los segundos créditos tanto del Fovissste como del Infonavit, tengan los impactos esperados.
Es claro que los temas son amplios y variados, de allí la necesidad de fortalecer la agenda del sector vivienda con los programas transversales y los derivados de las reformas estructurales.
Conscientes de esto, en la Comisión Nacional de Vivienda y Desarrollo Urbano de la Coparmex trabajamos en una agenda común con los Organismos Nacionales de Vivienda (ONAVIS) para impulsar una política de Estado, acorde a los retos de la industria habitacional y siempre con la base de potenciar el mercado interno y generar bienestar a las familias, además de propiciar la creación de ciudades y comunidades sostenibles y cuidado del medio ambiente.
Confiamos que por medio de estas iniciativas, podremos tener en México ciudades ordenadas y sustentables que promuevan el desarrollo económico de micro regiones y el acceso a vivienda cercana a sus centros de trabajo, como parte de un esfuerzo colectivo por reconstruir el tejido social y que vaya más allá de la estadística o numerología.
