Promover el desarrollo de los sectores de la construcción y la vivienda es un elemento esencial de la estrategia de la presente administración
La vivienda constituye la base del patrimonio familiar y es el centro de la convivencia y desarrollo social, además que si ésta se realiza con calidad, con certidumbre jurídica sobre su propiedad, permite a las familias generar mayor riqueza, tanto para las generaciones actuales, como para las futuras.
Por ello, la política urbana y de vivienda del Gobierno de la República tiene un sentido preponderantemente social y busca, en todo momento, ampliar el acceso de las familias de menores recursos a una vivienda, atendiendo sus necesidades, preferencias y prioridades a lo largo de su ciclo de vida, explicó el subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Sedatu, Juan Carlos Lastiri Quirós durante una ponencia que realizó sobre el Programa de Consolidación de Reservas Urbanas (PCRU).
Comentó que el Programa, tal como lo ha instruido la titular de Sedatu, Rosario Robles Berlanga, es instrumento de apoyo a la Política Nacional Urbana y de Vivienda, orientado a mejorar la calidad de vida de los habitantes de las ciudades del país, para cerrar la brecha existente entre aquellos de menores recursos y el resto de la población, mediante el otorgamiento de apoyos presupuestarios para la adquisición de suelo intraurbano libre de riesgos, en el cual se edifique vivienda vertical social digna y sustentable dirigida a la población con menores ingresos.
La dependencia federal, en coordinación con los Organismos Nacionales, Estatales y Municipales de Vivienda, el sector privado y miembros de las distintas cámaras, han canalizado las diversas necesidades de soluciones habitacionales para los mexicanos, lo que ha permitido la creación de diversos productos que buscan proveer a las familias una vivienda digna cercana a fuentes de empleos, servicios, equipamientos educativos y de salud, transporte y conectividad.
“Nos hemos propuesto hacer frente a los problemas públicos derivados de una planificación insuficiente de las ciudades mexicanas, entre los cuales, la expansión irracional de éstas es uno de los más relevantes por sus consecuencias en el bienestar y calidad de vida de las poblaciones con menores recursos que habitan las áreas urbanas del país”, enfatizó el subsecretario.
Afirmó que esta situación propicia entre otros males públicos la exclusión social de los sectores con menores ingresos, al circunscribirlos a habitar en las periferias de las manchas urbanas, comúnmente bajo condiciones de riesgo por la eventualidad de contingencias ambientales.
Detalló que dichas condiciones generan iniquidad y desigualdad entre los habitantes de un mismo centro de población, al diferenciar el aprovisionamiento de vivienda, servicios de infraestructura y equipamiento, dificultando la movilidad de sus habitantes, lo que contribuye al deterioro de las condiciones ambientales del medio natural y de la calidad de vida de la población.
Bajo este escenario, dijo, promover el desarrollo de los sectores de la construcción y la vivienda es un elemento esencial de la estrategia de la presente administración. Son sectores altamente generadores de empleos, constituyéndose en motores del crecimiento de la demanda interna, reduciendo la sensibilidad ante fluctuaciones en la economía internacional.
“La construcción mantiene una vinculación directa con el desarrollo de una infraestructura moderna y eficiente y con la producción de satisfactores para demandas sociales como la vivienda”, afirmó.