El estudio señaló que los residentes priorizan amenidades funcionales que integran trabajo y convivencia en su vida diaria
En desarrollos verticales al poniente de la Ciudad de México, los desarrollos habitacionales más valorados son aquellos que ofrecen espacios para trabajar, convivir y generar comunidad. Estas tendencias y los compradores están transformando las prioridades del mercado inmobiliario
De acuerdo con un análisis de Desarrolladora Del Parque, el home office y la búsqueda de comunidad están redefiniendo los proyectos de vivienda. Las amenidades más demandadas ya no son las de ocio, sino las que se integran a la rutina diaria y resuelven necesidades cotidianas: desde contar con áreas adecuadas para trabajar, hasta socializar sin salir del condominio.
Por ejemplo, en desarrollos verticales de Santa Fe y Bosques de las Lomas los espacios de convivencia y trabajo muestran los mayores niveles de uso. En Agwa Bosques, los asadores registran hasta 100% de ocupación semanal, mientras que los business rooms superan el 50 por ciento. Mientras que las amenidades enfocadas al descanso o entretenimiento mantienen una utilización por debajo del 20 por ciento.
En Up Santa Fe el comportamiento es similar: la demanda por áreas abiertas con asador alcanza el 100% en las semanas de mayor actividad y no desciende del 30% en las de menor uso, superando ampliamente a otras áreas comunes.
Al respecto, Gabriela Serrano, Project Manager de Up Santa Fe y Agwa Bosques, explicó que los compradores ya no consideran a las amenidades como un lujo, sino como una característica añadida a su vivienda, por lo que deben ser funcionales.
“Los compradores ya no ven estas áreas como lujos, sino como extensiones naturales de su vivienda. Eso está impactando en la percepción de valor de un proyecto y en su potencial de plusvalía. Un desarrollo que carezca de estos espacios tendrá desventaja competitiva en preventa y en reventa pero ahora se prioriza la funcionalidad sobre aquellas amenidades que no aportan valor tangible en la vida diaria”, señaló.
Frente a esta tendencia, el sector inmobiliario enfrenta el reto de adaptarse a un mercado que exige soluciones habitacionales más integrales.
“La vivienda debe entenderse como un espacio integral, donde el entorno es fundamental para garantizar calidad de vida. (…) Un proyecto sin espacios para convivir o trabajar pierde atractivo y valor competitivo en preventa y reventa”, apuntó Serrano.
En este nuevo panorama, los proyectos residenciales que integren espacios funcionales y comunitarios se consolidan como los más atractivos, marcando el rumbo de la vivienda urbana en la Ciudad de México.
“En la competencia inmobiliaria del poniente de la CDMX, el verdadero lujo ya no está bajo techo, sino en la posibilidad de convivir, trabajar y disfrutar el entorno todos los días, sin salir de casa”, señaló Del Parque.









