“La vivienda es una crisis global demasiado vasta para que un solo país la resuelva”, aseguró el presidente de Kenia
En el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, un grupo de jefes de Estado lanzó la Declaración de Nueva York sobre Vivienda Adecuada y Asequible, un llamado internacional para reconocer el acceso a la vivienda no como un bien de mercado, sino como un derecho humano fundamental.
Un compromiso global
De acuerdo con ONU-Habitat, el mundo enfrenta una crisis global de vivienda, ya que, actualmente, 2,800 millones de personas carecen de acceso a una vivienda adecuada, más de 1,100 millones viven en asentamientos informales y barrios marginales, y más de 300 millones no tienen hogar.
Sin embargo, la agencia destacó que la vivienda adecuada y asequible es esencial para construir ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles, en línea con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En ese sentido, la Declaración de Nueva York exhorta a los Estados Miembros a desarrollar e implementar estrategias nacionales y locales de vivienda inclusivas, que integren políticas de resiliencia climática, protección social y regeneración urbana.
Asimismo, se hace un llamado a los gobiernos, ciudades, instituciones financieras internacionales y regionales, y socios a unir fuerzas en soluciones habitacionales, ampliar el acceso al financiamiento y fortalecer marcos regulatorios habilitantes.
Lo anterior al establecer principios y compromisos para que los gobiernos garanticen a todas las personas un hogar digno, seguro y asequible, enfatizando que la vivienda debe cumplir con criterios de calidad, accesibilidad, ubicación adecuada y seguridad jurídica, al tiempo que rechaza prácticas que profundizan la desigualdad, como la especulación inmobiliaria.
“La vivienda es una crisis global demasiado vasta para que un solo país la resuelva”, declaró William Ruto, presidente de la República de Kenia.
“La vivienda adecuada y asequible no es un privilegio: es un derecho humano, el techo y la base de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Invitamos a más Estados Miembros a unirse a este compromiso de trabajar juntos y atender de manera colectiva la crisis global de vivienda, transformando la vida de las personas, especialmente de quienes habitan en asentamientos informales y territorios vulnerables”, agregó Anacláudia Rossbach, directora ejecutiva de ONU-Habitat.
Implicaciones para México
Para países como México, sumarse a este acuerdo representa una oportunidad para fortalecer su política habitacional, particularmente en tres ejes:
- Diseño de políticas de largo plazo que trasciendan sexenios y garanticen continuidad en el acceso a la vivienda.
- Impulso a esquemas de financiamiento incluyentes, dirigidos a familias fuera del mercado formal y a quienes no tienen acceso a créditos tradicionales.
- Regeneración urbana integral, en la que la construcción de vivienda digna se acompañe con recuperación de espacios públicos, movilidad sustentable y acceso a servicios básicos.









