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Víctor Jiménez Muñoz

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Por Gustavo López Padilla

En 1972, al inicio y como parte del movimiento del Autogobierno, en la entonces Escuela Nacional de Arquitectura, de la Universidad Nacional Autónoma de México, tuve la oportunidad de conocer al Arq. Víctor Jiménez Muñoz. El participó de manera activa en el impulso y consolidación del movimiento. Un poco mas adelante en 1973, Víctor fue uno de los fundadores del entonces llamado Taller Cinco, naturalmente formando parte del mismo Autogobierno. Desde los inicios del taller, hoy llamado Max Cetto, fue profesor de asignatura, dentro de las clases de teoría e historia de la arquitectura, jubilándose en el año 2001.

Siendo aún alumno, por esos años, tuve la oportunidad de empezar a dar clases en el mismo Taller Cinco y me encontraba con frecuencia con Víctor, en los pasillos y salones de la ENA, platicábamos y ahí comenzó a tejerse una buena y larga amistad, que duró continuamente todos estos años. Como parte esencial del Autogobierno, Víctor Jiménez, entre los años de 1976 y 1980, fue el editor en jefe de la revista llamada justamente Autogobierno, donde se difundían las ideas del movimiento y la arquitectura, entendida esta última como arquitectura participativa, que debía formar parte de un gran compromiso social.

A principios de los años ochenta, comenzó a colaborar con el Arq. Juan Urquiaga en la Dirección de Arquitectura, del Instituto Nacional de Bellas Artes, llegando  Víctor a ser director de la misma institución, entre 1993 y 1998. Ya en Bellas Artes, haciendo equipo con el Arq. Juan Urquiaga comenzó a reimpulsar la importante actividad editorial de la propia Dirección de Arquitectura. Formando parte de esta variada producción editorial, invitando a un grupo de arquitectos a que realizaran una serie de ensayos, que dieran cuenta de la arquitectura mexicana contemporánea, comprendida entre los años de 1900 hasta 1980, aparecieron dentro de la consolidada serie de los llamados Cuadernos de Arquitectura, en sus números 20-21 y 22-23, los Apuntes para la Historia y Crítica de la Arquitectura Mexicana del siglo XX. Generosamente Víctor Jiménez me invitó a participar en estos ensayos y tuve la oportunidad de desarrollar un trabajo conjunto con el Arq. Humberto Ricalde (1942-2013), sobre la arquitectura mexicana, en el periodo comprendido entre 1960 y 1980. Víctor Jiménez estuvo a cargo directamente del cuidado de la edición de estos ensayos y escribió los prólogos correspondientes.

Siempre con una visión comprometida de apoyar e impulsar la arquitectura mexicana, Juan Urquiaga y Víctor Jiménez, promovieron la creación del Museo Nacional de Arquitectura, que se ubicaría en el tercer piso del propio Palacio de Bellas Artes, siendo inaugurado el Museo en 1984, con la exposición que daba cuenta de la obra del Arq. e Ing. Francisco J. Serrano. De nueva cuenta, dando muestras de su generosa amistad, lo cual siempre agradecí, Víctor Jiménez me invito a ser el curador de la exposición. A esta exposición siguieron otras más, como 80 años de la colonia Roma pasado, presente y futuro, la correlacionada con la obra de Juan Segura, lo relativo con el desarrollo del CAPCE 40 años de arquitectura y Arquitectura de la Academia. Estas exposiciones fueron documentadas en el libro El Museo Nacional de Arquitectura, formando parte de la serie Documentos para la historia de la arquitectura en México, libro 3 editado en el año 1990, por la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Nacional del Instituto Nacional de Bellas Artes. Los prólogos a esta edición fueron realizados por los arquitectos Juan Urquiaga y Víctor Jiménez. El Museo Nacional de Arquitectura, sigue siendo hoy en día, una ventana importante a través de la cual se muestran y se miran las diferentes manifestaciones de la arquitectura mexicana contemporánea.

Durante los años en que Víctor Jiménez se desempeñó dentro de la Dirección de Arquitectura del INBAL, lo visité frecuentemente en sus oficinas, que se ubicaban en la parte posterior del mismo Palacio y tuvimos la oportunidad de platicar muchas veces de arquitectura y cultura y en ocasiones contando con la grata compañía de el Arq. José Luís Benlliure (1928-1994) y Juan Francisco Rulfo. Con frecuencia en estas visitas, recorríamos los interiores del Palacio de Bellas Artes, en sus lugares poco frecuentes para los visitantes en general. Guardo buenos recuerdos de estos interesantes recorridos, en los que conocí algunos aspectos de la cotidianeidad de quienes viven usualmente el Palacio, ya sean artistas, bailarines, actores, directores de orquesta o simplemente quienes lo operan y administran.

Como arquitecto, Víctor Jiménez transitó por la importante actividad de la polémica restauración e intervención de proyectos consolidados. Bajo su dirección se realizó la construcción de la Plaza diseñada por Adamo Boari (1863-1928), que está colindante y frente al Palacio de Bellas Artes, respetando lo mas posible, el proyecto original del arquitecto italiano. En el mismo Palacio de Bellas Artes, coordinó la intervención y actualización de algunos interiores de las salas mas importantes de exposiciones, trabajos que le fueron encomendados al Arq. Teodoro González de León (1926-2016). En este camino de la restauración, coordinó directamente, de manera brillante, inteligente y respetuosa, el rescate de el proyecto original de 1932 de Juan O´Gorman (1905-1982) de las casas taller de Diego Rivera y Frida Kahlo, que fueron reinauguradas en 1997. En 2015, fue reinaugurada también, después de arduos trabajos de rescate, la Casa de Cecil O´Gorman, inaugurada originalmente en 1929. En este mismo orden de cosas, bajo la dirección de Víctor Jiménez se realizó la restauración del proyecto original de 1953 de el Museo El Eco, obra original de Mathías Goeritz. La restauración se inauguró en el año 2005. Para la ejecución de cada uno de estos trabajos, Víctor Jiménez realizo investigaciones previas, sobre el autor original de las obras, sobre el tiempo y circunstancias en las que fue elaborado el proyecto y poniendo particular atención a todo lo que se refiere a los materiales y procedimientos constructivos, empleados en la realización de las obras originalmente. En cada oportunidad profesional de estos proyectos de restauración, mostró una gran seriedad profesional y sobre todo respeto por las originalidad de las ideas y obras de los autores creadores de los proyectos.

Con la restauración de las obras de Juan O´Gorman, Víctor tuvo la oportunidad de entablar amistad con el arquitecto japonés Toyo Ito, quién quedó fascinado de las obras de O´Gorman. Víctor viajó varias veces a Japón en donde Toyo Ito promovió la construcción escala 1 : 10 y su consecuente exposición, en el país del sol naciente, de las casas de Diego y Frida. Impulsó también el arquitecto japonés una publicación especial, en Japón, de la obra de O´Gorman, reconociendo la trascendencia del arquitecto mexicano, dentro de la arquitectura contemporánea mundial.

A partir de 1998, Víctor Jiménez comenzó a dirigir la Fundación Juan Rulfo, como consecuencia de una directa y larga amistad de Víctor con el mismo escritor Juan Rulfo y con su familia. Desde aquellos años hasta hace muy poco, Víctor Jiménez realizo una intensa, inteligente y prolífica actividad, que tuvo que ver con reediciones de los grandes libros de Rulfo y nuevas ediciones de los mismos. Cuidó directamente la realización de cada nuevo trabajo. Escribió una buena parte de los prólogos necesarios y además promovió la realización de ensayos complementarios valorando la obra y trascendencia del autor. A esto se sumaron también ediciones de libros de una gran calidad y belleza plástica, relacionados con la actividad como fotógrafo de Juan Rulfo. Como parte de esta actividad, viajó con frecuencia a distintas partes del mundo promoviendo y presentando el conjunto de la obra del gran escritor y fotógrafo jalisciense, misma que hoy en día se puede leer y apreciar en diversos idiomas.

A lo largo de todos estos años, hasta hace poco tiempo, como consecuencia de su trabajo en la dirección de la Fundación Rulfo, dado que la ubicación de la Fundación está cerca de donde vivo, posibilitó que frecuentemente nos reuniéramos por las tardes, en diferentes cafés de la zona, para platicar de arquitectura, cultura, política y de la vida. Todo esto forma parte ahora de recuerdos gratos y memorables.

La actividad editorial de Víctor Jiménez fue fructífera y constante, incluyendo no solo lo que tenia que ver con la obra de Rulfo. Publicó además libros de arquitectura, entre los que sobresalen: La construcción del Palacio de Bellas Artes, libro impulsado bajo la dirección de Juan Urquiaga y realizado por Víctor Jiménez, editado en 1984, por el Instituto Nacional de Bellas artes. Fue responsable además del libro El dibujo en Arquitectura, de editorial Dédalo, del año 1987, uno mas dedicado a la revisión de la obra de Carlos Obregón Santacilia, Precursor de la Modernidad Mexicana, editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Instituto Nacional de Bellas Artes, del año 2004 y dos mas en los que revisa la obra de Juan O´Gorman, uno titulado Las casas de Juan O´Gorman, editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, del año 2001 y otro mas llamado Juan O´Gorman, vida y obra, editado por la Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Arquitectura, del año 2004. Como constante en toda su actividad editorial, realizó trabajos previos muy cuidadosos de investigación sobre cada tema, lo que le permitió que la información contenida en sus libros, a lo que se sumaban sus valiosos comentarios, estuvieran seria y profesionalmente documentados.

En otra faceta de su actividad como divulgador de la cultura y la arquitectura, a invitación del Arq. Miquel Adriá, Víctor Jimenez escribió entre el año 2000 y el 2014, una serie de artículos, publicados en el periódico Reforma. En lo que tiene que ver con la arquitectura, sus comentarios, mas allá de lo que tenía que ver con la valoración de las composiciones de las obras, sus realizaciones técnicas y sus expresiones formales, le preocupaba sobretodo su significación social y política. En este sentido de manera directa o indirecta se podría establecer una cierta relación, entre las posturas teóricas de evaluación de Víctor Jiménez, con relación a las posturas teóricas de Manfredo Tafuri (1935-1994), arquitecto, teórico, historiador y crítico de la arquitectura italiano. En sus textos con frecuencia también, para sus valoraciones, hacía alusiones y citas, de algunos importantes pensadores contemporáneos, como Hannah Arendt (1906-1975) filósofa e historiadora estadounidense o Pierre Bordieu (1930-2002), sociólogo francés..

Después de estos breves comentarios, a manera de semblanza de la vida y obra de Víctor Jiménez, quiero finalmente resaltar y recordar al amigo Víctor Jiménez (1945-2025), como una buena persona, honorable, gente que sabía escuchar, seria profesionalmente y sobre todo valorando su generosa amistad, a lo largo de poco mas de cincuenta años.

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