Expertos subrayaron que la vivienda debe ser vista como un derecho social y no solo como un activo financiero
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) realizó un foro en el que especialistas advirtieron sobre el impacto de la financiarización inmobiliaria en el derecho humano a la vivienda.
En el encuentro, expertos analizaron cómo la dinámica actual del mercado inmobiliario afecta este derecho, y subrayaron que la vivienda debe ser vista como un derecho social y no solo como un activo financiero.
Cuatro olas de desarrollo inmobiliario
En su participación, el doctor Víctor Delgadillo, investigador de la Universidad Naciona Autónoma de México (UNAM), explicó que se vive un periodo de capitalismo intensivo inmobiliario caracterizado por megaproyectos verticales y vivienda construida no para habitarse, sino para funcionar como activos financieros.
Señaló que en las últimas décadas se han registrado cuatro olas de desarrollo:
- Producción masiva de mini-viviendas periféricas.
- Urbanismo vertical intensivo.
- Financiarización de parques industriales y logísticos.
- Venta especulativa de lotes, con especial presencia en regiones como Yucatán.
Asimismo, Delgadillo indicó que desde 2004 las reformas legales y la participación de las Afores en el mercado inmobiliario han impulsado este modelo, generando efectos como el aumento de rentas, desplazamientos de comunidades y viviendas vacías. Por ello, propuso repensar la política urbana desde una perspectiva de derechos humanos.
Hipotecas, fibras y capital extranjero
Por su parte, el maestro Samuel Rosado Zaidi expuso cómo instrumentos financieros como las hipotecas y los Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (Fibras) han convertido la vivienda en un objeto de especulación bursátil.
Detalló que más de 189,000 millones de pesos de las Afores están invertidos en estos instrumentos, beneficiando en gran medida a capital extranjero, mientras las tasas de interés ligadas al mercado estadounidense influyen directamente en el costo de la vivienda.
“Sin comunidad, la justicia y el derecho a la vivienda pierden su sentido”, puntualizó Rosado.
Vivienda inaccesible y auge del arrendamiento
Finalmente, el doctor José Gasca Zamora presentó un análisis de la producción de vivienda en la Zona Metropolitana del Valle de México.
Explicó el tránsito de la vivienda como bien social a activo financiero, lo que ha derivado en precios elevados y un mercado cada vez más enfocado en el arrendamiento y la multipropiedad administrada por fondos de inversión.
Gasca destacó que los precios de la vivienda han aumentado de manera sostenida, mientras los salarios se han mantenido rezagados, reduciendo la capacidad de compra y favoreciendo el crecimiento del mercado de renta.
Revertir esta tendencia, dijo, requiere políticas públicas que regulen el acceso social a la vivienda y generen empleos mejor remunerados.
Hacia una reforma urbana con enfoque social
En conjunto, los ponentes coincidieron en que la financiarización inmobiliaria está afectando la asequibilidad y el tejido social, al mismo tiempo que incrementa la presión sobre los habitantes mediante desplazamientos, desalojos y aumento de rentas.
El foro concluyó con un llamado a impulsar una reforma urbana que priorice el derecho humano a la vivienda, fomente comunidades sólidas y limite la especulación financiera en el sector inmobiliario.









