Morena ganó la Presidencia, 7 de 9 gubernaturas en disputa y la mayoría en el Congreso. Claudia Sheinbaum será la primera Presidenta de México y asume el reto de gobernar para todos y con todos.
Por Horacio Urbano*
El resultado electoral no dejó lugar a dudas, Claudia Sheinbaum será la primera Presidenta de México, después de una jornada en que su partido político, Morena, lo ganó casi todo, y ese casi todo lo ganó por muy amplia diferencia.
Resumiendo; Morena ganó la Presidencia, 7 de las 9 gubernaturas que estaban en disputa, y ganó también una mayoría en el Congreso que otorga a Sheinbaum un mandato increíblemente todopoderoso.
No intentaré navegar la agenda política, porque de eso ya se ocupan infinidad de voces en México y el extranjero.
Vayamos en lugar de eso a contextualizar el resultado de las elecciones.
Empecemos por destacar la importancia de que por primera vez nuestro país será gobernado por una mujer, lo que está muy lejos de ser un tema menor, una casualidad o una simulación de inclusión.
Hay que decirlo dándole la total importancia; México por primera vez tendrá una mujer Presidenta de la República, que trabajará haciendo equipo con otras muy destacadas mujeres que ya están al frente de la Suprema Corte de Justicia, el Instituto Nacional Electoral y el Congreso, en un país en que también hay cada vez más mujeres gobernadoras, alcaldes y legisladoras.
Y esto es un avance increíble en un país en que pese a representar 52% de la población total, las mujeres siguen enfrentando una cada vez más inaceptable brecha de género.
Es una extraordinaria noticia que una mujer haya sido electa para ser la próxima Presidenta de México.
Claudia Sheinbaum es además una científica, lo que nos tendría que renovar la esperanza para temas relacionados con la energía, la protección del medio ambiente y la definición de las prioridades al momento de invertir en los grandes proyectos de infraestructura.
Y esto no es tema menor, porque no hay que perder de vista que esa agenda fue una de las más cuestionadas y de las que menos avances lograron durante el sexenio que termina.
Por supuesto, Sheinbaum tendrá que replicar los éxitos que tuvo durante su gestión como jefa de gobierno de la Ciudad de México, pero no le vendría nada mal realizar un profundo ejercicio de autocrítica que permita reconocer también lo que se hizo mal, y en lo que quedó a deber, para tomar medidas que permitan que esas experiencias, las buenas y las malas, se vean reflejadas en su proyecto de gobierno 2024-2030.
La misma noche de la elección, y justo después de que la autoridad electoral anunciara las tendencias, Sheinbaum, en su primer mensaje como virtual ganadora de la Presidencia, habló de reconciliación, reconoció la pluralidad de nuestra población, y se comprometió a trabajar para todos y con todos.
No es poca cosa un llamado a la reconciliación cuando la polarización se ha convertido en uno de los mayores problemas del país, y aunque la ventaja de su triunfo calma mucho las aguas postelectorales, es evidente que desde ya inicia un periodo de transición en que habremos de conocer lo mismo los detalles de lo que hasta hoy han sido propuestas de campaña, que los equipos de trabajo que llegado el momento habrán de traducirlas en políticas y acciones de gobierno.
Pero si hablamos en específico de lo que pueda venir en la era Sheinbaum para los temas relacionados con ciudades, desarrollo inmobiliario y vivienda, habría que empezar por contrastar lo que hizo en la CDMX y contrastarlo con sus propuestas de campaña.
Y claro, habría que empezar por recordar que en México persiste un rezago habitacional que afecta a más de 8 millones de hogares, y que está tremenda realidad se agudiza en los grupos vulnerables y pone contra las cuerdas las agendas social, urbana, ambiental y económica.
Lo positivó es que desde el inicio de la campaña, Sheinbaum incluyó entre sus prioridades las agendas urbanas y de vivienda, estableciendo como propuesta insignia, una meta de 1 millón de viviendas asequibles para el sexenio.
Habló también de un programa de regularización de viviendas encaminado a proteger el patrimonio de los mexicanos, que tendrá como prioridad a los grupos vulnerables, y, en especial, aquellos hogares con mujeres como jefas de familia.
Sheinbaum habló de dar continuidad tanto al Programa de Mejoramiento Urbano, que durante este sexenio ha desarrollado la Sedatu, que encabeza Román Meyer Falcón, como a la iniciativa presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y que propone el regreso del Infonavit constructor.
Es más, cuando durante la campaña le preguntaron por la esencia de su política de vivienda, ella señaló que estaría basada en esta nueva faceta de un Infonavit que construya viviendas para que parte de ese inventario se destine a renta social con opción a compra.
Por supuesto, habrá que ver los detalles y confiar en que ese llamado a la reconciliación abra la puerta a que sus propuestas puedan ser analizadas con especialistas, para encontrar la mejor forma de que aterricen en sinergias entre gobiernos, sociedad y sector privado.
Y claro, confiando en esta voluntad de reconciliación, tampoco sobraría que la próxima Presidenta le eche un ojo a las propuestas que generaron para estos temas quienes fueron sus contendientes.
Porque eso esperaríamos de una Presidenta que ya dijo que gobernará para todos y con todos.
Es histórico; México será gobernado por una mujer.
Claudia Sheinbaum será la primera Presidenta de México y asume el reto de gobernar para todos y con todos.
Pasada la turbulencia de las campañas, es tiempo de sumar voluntades en favor de objetivos comunes.
Que así sea.
Propuestas de vivienda
En un contexto en que habría que reconocer retos y proponer soluciones, y en el análisis de las políticas de vivienda del futuro, aproveché este espacio para abrir una lista de propuestas, que prometo enriquecer, soltando cada semana tres ideas simples, que se irán sumando para aportar elementos al complejo proceso de modelar una respuesta eficiente, oportuna y suficiente, al reto habitacional.
Los invito a sumarse a esta iniciativa. Mándenme sus propuestas y las iremos incluyendo en este recetario.
Esta es la décima séptima entrega de esta serie, que contaba ya con 48 ideas, dejo aquí tres temas más, y con ellas, ya van 51:
Cuarenta y nueve. Independizar a Fovissste del Issste, para que, al igual que su organismo hermano, el Infonavit, el Fovissste tenga mayor margen de operación, fundamentalmente para temas relacionados con decisiones financieras y operativas.
Cincuenta. A través de un Observatorio de Vivienda independiente, cuya creación forma parte de este catálogo de propuestas, actualizar el diagnóstico de la demanda de vivienda, reconociendo lo mismo las necesidades de la población residente, que las de la migración y el turismo, local o internacional, que ya distorsionan la demanda y los inventarios de vivienda.
Cincuenta y uno. Actualizar políticas de crédito para la producción de vivienda, reconociendo las características de la vivienda prefabricada, realizando ajustes que permitan financiar sin que el producto deba estar ya ensamblado en sitio.
Van 51 ideas… Y aquí seguiremos soltando otras y buscando quién les preste atención.
Los invito a conocer Vivienda 360/Vivienda para Todos. Un documento que estamos generando en Centro Urbano con el objetivo de agrupar, organizar y presentar estas ideas.
Los invito a leer, compartir y aportar ideas. Este ejercicio es un documento vivo, que se estará actualizando periódicamente, agregando, depurando y afinando…
Aquí les dejo la liga: https://centrourbano.com/revista/publicaciones/360o-vivienda-para-todos/