De acuerdo con directivo de AXA Seguros, en México se requiere impulsar políticas públicas de protección
De acuerdo con estudios científicos y académicos, las personas en México, Chile, Suiza, Brasil y Francia, actúan de la misma manera, explicó Hugo Martínez McNaught, director de Relaciones Gubernamentales de AXA Seguros, por lo que generalmente la condición humana hace que la gente no aprenda fácilmente respecto de cosas que nunca le suceden, como con los huracanes y los sismos, sobre los cuales no están conscientes del riesgo.
“Lo que hacen los países para modificar la conducta humana que tiene a minimizar el riesgo de eventos que no son comunes como un desastre natural, es que se impulsan políticas que hacen que los ciudadanos estén mayor protegidos y muchas veces este tipo de esquemas descansa en el seguros obligatorios, como en países de Europa y Latinoamérica, los cuales permiten que las personas se protejan mejor y puedan cuidar su patrimonio”.
Por ello, el Directivo considera que lo que necesitamos en México, el caso de seguros para proteger casas, es impulsar políticas públicas que hagan que las personas se puedan preparar o asegurar para este tipo de eventos.
“Cuando hablamos de esquemas públicos-privados de colaboración con el gobierno de impulsar esquemas en donde el gobierno transfiere el riesgo hacia el sector privado, a los aseguradores, estamos hablando de esquemas en donde exista una protección básica, no estamos hablando de seguros completos para todas las personas, pero que evidentemente eso no es viable, no todas las personas en México pueden tener un seguro para todo pero lo que sí podemos lograr es que todas las personas que tienen una casa o un pequeño negocio, estén cubiertos mínimamente para poderse recuperar”, indicó.
Martínez McNaught refirió que en California se creó un seguro bajo un esquema público-privado, donde las casas habitación están aseguradas para la infraestructura básica, lo que significa que ante un gran sismo fácilmente esas familias pueden reconstruir la parte básica de su casa y así puedan tener un lugar para dormir y comer, en lugar de que no tengan siquiera la mínima protección, lo cual les tomaría tiempo para recuperarse y equivaldría al ahorro de toda su vida.