Invertir en una vivienda o, en su defecto, ponerla en venta se presenta como una operación comercial especialmente delicada. A fin de cuentas, hay mucho dinero sobre la mesa y resulta imperativo dar cada paso con la firmeza adecuada. Por consiguiente, lo más conveniente es analizar en detalle todas las cuestiones administrativas asociadas a esta acción económica; siendo la obtención de la nota simple una medida de contingencia fundamental. No obstante, es muy habitual saltarse este trámite, fruto del desconocimiento de su solicitud, lo cual nos ha animado a analizar cómo hacerlo y dónde pedirla.
Qué es la nota simple de una vivienda
Empecemos por el principio y definamos qué es exactamente esto de la nota simple de una vivienda. No importa si se pretende comprar una casa a una promotora inmobiliaria o a un particular, la titularidad de la propiedad ha de estar bien clara de antemano. En este punto es cuando entra en juego la nota simple: un documento que detalla la situación jurídica de la vivienda en cuestión.
Estamos ante un resumen claro y transparente de todos los datos sobre el Registro de la Propiedad. Su carácter es puramente informativo y, a no ser que tengas pensado vender una Vivienda de Protección Oficial o una Vivienda de Protección Pública, no tienes por qué adjuntarla en el proceso de venta. Ahora bien, sí otorgará más seguridad al comprador y, si eres tú el inversor, nunca está de más pedirla para certificar que todo responde a los estándares legales.
Dentro de la nota simple darás con información de valor como la identificación de la casa, el titular, las cargas que puedan asociarse al inmueble, las hipotecas o los embargos. De igual modo, conocerás de forma precisa los metros cuadrados útiles y construidos, así como su parcela, la identificación catastral y la división horizontal. Recuerda: cuantas más variables conozcas, más certera será tu compra.
Datos que necesitas para solicitar la nota simple
Puesto que se trata de un documento asociado al Registro de la Propiedad, es evidente que esta es la administración a la que debes acudir. Eso sí, si estás interesado en acceder a las ofertas de una promotora inmobiliaria obra nueva, de un particular o incluso vender tu propiedad, lo mejor es que reúnas todos los datos que te van a pedir en el procedimiento.
Los primeros son los datos registrales de la vivienda, entre los que se incluyen el número del Registro de la Propiedad y del municipio donde se encuentra la construcción. Asimismo, necesitarás el Identificador Único de Finca Registral o IDUFIR, el NIF del dueño y la dirección del inmueble. Una serie de datos que te debería proporcionar la promotora o el vendedor en cuestión.
Con todo esto, ya podrás ponerte en marcha para cumplir con este paso de índole burocrática. De ello va a depender en gran medida el éxito de la operación y, puesto que hay mucho capital económico en juego, te recomendamos fervientemente que lo hagas para no actuar a ciegas.
Cómo pedir la nota simple de una vivienda
Una cosa es saber dónde se pide la nota simple de una vivienda y qué datos se han de presentar, pero otra muy diferente es conocer cómo hacerlo. Al igual que otras tantas administraciones públicas, el Registro de la Propiedad se plantea como un reto para muchas personas. Motivo por el que conviene profundizar en las opciones de las que dispones para actuar con eficiencia.
Una opción es acudir de manera presencial a las oficinas a las que corresponda el inmueble. Sin embargo, si quieres ahorrar tiempo en el proceso, lo mejor es abogar por la tramitación online. En este caso, solo tendrás que recurrir a la web del Colegio de Registradores y, en cuestión de unos pocos minutos, la tendrás en tu correo electrónico.
Así pues, estamos ante una de las acciones burocráticas más sencillas en la actualidad. Su relevancia no es pequeña; por lo que, si quieres evitar desagradables sorpresas durante la compraventa de casas, no dudes en pedir de antemano la nota simple de la vivienda.