Por Gustavo López Padilla.*
Si acudimos a la definición mas conocida de lo que significa la memoria, los estudiosos en la materia nos dicen que es la facultad del cerebro para retener y recordar eventos del pasado, sean sensaciones, impresiones, sentimientos o ideas concretas. Esta memoria se convierte así, en el punto de apoyo que nos permite valorar nuestras experiencias de vida en el tiempo y a partir de lo anterior, poder vislumbrar las posibilidades de futuro. Los espacios que habitamos, colectivos y privados, forman parte sustancial de nuestra memoria y es así que las experiencias intelectuales y construidas en el tiempo, van evolucionando poco a poco, formando parte del conjunto de la cultura, constituyendo así las diversas historias arquitectónicas y urbanas, particulares y colectivas. Parte sustancial de esta memoria construida, tiene que ver con la documentación escrita y gráfica, que forma parte de los procesos de diseño, a partir de los cuales los diversos proyectos se construyen y van hilvanando los caminos que constituyen estas historias. De entre las experiencias que forman parte del conjunto de nuestra memoria, existen algunas que logran escapar al tiempo, logrando su trascendencia, convirtiéndose en fundamentales que conservamos con particular cuidado e interés.
Las ideas anteriores tienen que ver con la reciente exposición 20 años Archivo de Arquitectos Mexicanos, que se exhibe actualmente en la Galería María Luisa Dehesa Gómez Farías, ubicada en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México. Justamente a lo largo de 20 años, se ha podido conjuntar un importante archivo, que da cuenta de los procesos de diseño y desarrollo de proyectos, de treinta arquitectos mexicanos, que contribuyeron a la consolidación de la Arquitectura Mexicana Contemporánea. Este legado histórico está constituido por documentos, planos originales y fotografías, que muestran los procesos creativos y el desarrollo de un conjunto significativo de proyectos ejecutivos, de cada uno de los arquitectos en cuestión. El personal responsable que resguarda y maneja el archivo en la Facultad de Arquitectura, está constituido por un grupo diverso y multidisciplinario, dirigido atinadamente por la Dra. Lourdes Cruz González-Franco, la Arq. María Eugenia Hernández Sánchez y la Dra. Elisa Drago Quaglia.
El archivo se ha ido construyendo en el tiempo, con los trabajos de: Mario Pani Darquí (1911-1993), José Villagrán García (1901-1982) y Augusto H. Álvarez García (1914-1995, donados en el año 2002, Augusto Pérez Palacios (1909-2002) y Abraham Zabludovsky Kraveski (1924-2003), donados en 2003, Carlos Mijares Bracho (1930-2015), donado en 2004, Enrique de la Mora y Palomar (1907-1978) y Enrique Carral Icaza (1914-2005), donados en 2005, Manuel Rosen Morrison (1926-2018) y Félix Candela Outeriño (1910-1997), donados en 2007, José Luís Benlliure Galán (1928-1994) donado en 2009, Mario Lazo (1922-2009) y Ramón Torres Martínez (1924-2008), donados en 2011, Enrique Yáñez de la Fuente (1908-1990) donado en 2012, Jorge González Reyna (1920-1969) y Jaime Ortíz Monasterio (1928-2001), donados en 2013, Antonio Attolini Lack (1931-2012), Francisco J. Serrano (1900-1982), Imanol Ordorika Bengoechea (1931-1988), donados en 2016, Agustín Hernández Navarro (1924-2022) y Juan Antonio Tonda Magallón (1931-2016), donados en 2017, David Muñoz Suarez (1924-2000) )y Boris Albin Subkis (1948-1981), donados en 2018, Luís Ortíz Macedo (1933-2013), Germán Herrasti y Ortíz de Montellano y Alberto González Pozo (1934), donados en 2019, Arcadio Artis Espriu (1946-2018), Eliseo Arredondo González , Ernesto Gómez Gallardo (1917-2012) y Martha Elena Campos Newman. Se suman a lo anterior algunos archivos de la Academia Nacional de Arquitectura, donados en 2016.
En el archivo se cuenta con documentos escritos, fotografías, en algunos casos con los planos originales completos y en otros con un conjunto importante de ellos, de un número representativo de proyectos significativos de cada uno de los autores, realizados mayoritariamente a mano o utilizando lápices, reglas, escuadras y compases, como se desarrollaban los proyectos antes de el surgimiento de las computadoras. Hablamos de trabajos que incluyen desde croquis conceptuales, pasando por apuntes perspectivos, planos ejecutivos y llegando hasta los planos de detalle. Muchos de estos planos son verdaderas joyas gráficas y técnicas en términos de representación visual y de igual manera en lo que concierne al desarrollo y precisión de los detalles constructivos necesarios, convirtiéndose en importantes referencias, que los estudiosos de las distintas materias implicadas en el diseño y las nuevas generaciones de estudiantes de arquitectura pueden tomar en cuenta, como parte sustancial de sus estudios varios de investigación y de su formación académica profesional. Afortunadamente el Archivo de Arquitectos Mexicanos, de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, recibe regularmente la visita de profesionales y estudiantes y con ello es de esperarse que pronto se puedan conocer los resultados diversos de estos acercamientos, que esperamos ver documentados en ensayos teóricos, proyectuales y constructivos.
En la exposición que ahora nos ocupa, se documenta visual, gráfica y fotográficamente el conjunto de los trabajos de sus autores, dejando constancia del tiempo en el que se hicieron sus donaciones a la Universidad y en láminas específicas se da cuenta de algunos proyectos representativos, mostrando croquis, planos y fotografías de los mismos. Se complementa la exposición con maquetas de algunos de los proyectos, a lo que se suma un audiovisual del conjunto de la muestra. Si bien la exposición es atractiva y bien lograda museográficamente, me hubiera gustado que se mostraran, con los cuidados necesarios respectivos, algunos planos originales, muchos extraordinarios, para dar mayor realce a la gran calidad del material disponible, lo que sin duda motivaría todavía más a visitar la exposición y valorar con mayor entusiasmo el material con el que se cuenta.
Revisando el conjunto de los trabajos presentados, es notable la diversidad de posturas proyectuales de sus autores, muchas de las cuales han sido documentadas y valoradas en textos particulares de historia y crítica de la Arquitectura Mexicana Contemporánea. Si bien en estas valoraciones los resultados proyectuales pueden ser diversos, no hay duda que una buena parte de los autores que comprenden esta exposición, forman parte importante de la producción teórica, compositiva, formal y constructiva de nuestra arquitectura actual. Y si bien es entendible, que para valorar a profundidad los resultados de los proyectos en cuestión, es necesario visitarlos, recorrerlos, tomando en cuenta su inserción en los tejidos urbanos donde se ubican y la calidad vivencial de sus recorridos, entendidos como secuencias espaciales, no hay duda que una buena parte de estos proyectos han logrado su trascendencia en el tiempo y forman parte de nuestra memoria construida colectiva. Los archivos de la Arquitectura Mexicana Contemporánea, logrados a lo largo de un trabajo constante de 20 años, forman parte sustancial de esta memoria, misma que nos puede ayudar a vislumbrar nuestras posibles opciones de futuro, urbanas y arquitectónicas.
*Gustavo López Padilla
Arquitecto