Enrique de la Madrid enfatizó en que el derecho constitucional a la vivienda se vuelve un reto cada vez mayor en la medida en que la población aumenta
México creció en los últimos 40 años, cerca de 45 millones de habitantes, los cuales deben cubrir su necesidad de vivienda. Si bien esta es una aspiración legítima, el panorama se ha transformado, y la industria deberá dar cara para adaptarse a las nuevas necesidades.
Durante la charla, ‘Ciudades del Futuro’, Enrique de la Madrid, director del Centro para el Futuro de las Ciudades del Tecnológico de Monterrey, declaró que este derecho constitucional se vuelve un reto cada vez mayor en la medida en que la población aumenta.
El fenómeno de la urbanización propicia que las personas migren del campo a las ciudades. Esto ocurre en la medida en que se tecnifica el campo, ya que se necesita de menor mano de obra.
Sumado a ello, el panorama habitacional se transformó de forma radical. En Ciudad de México, por ejemplo, se promedia 1.7 hijos por familia, debido a que muchas más parejas deciden no tener descendencia. Sin embargo, en Chiapas este promedio es mucho más alto.
¿Qué ocurre ante este panorama?
En primer lugar, a decir de Enrique de la Madrid, la migración genera un problema contundente en las ciudades conocido como ‘Ciudades dormitorio’ debido a que en la localidad no radican los trabajos.
“En el fondo se construyen ciudades que no lo son, no se genera comunidad, y este es un tema en el cual se debe trabajar”, agregó Enrique de la Madrid.
Es cierto que el objetivo de México es construir vivienda suficiente para satisfacer las necesidades. Sin embargo, el experto declaró que no tiene sentido realizar estas viviendas a precios accesibles en lugares inaccesibles.
“Las ciudades deben ser densas y compactas, porque queremos vivir en comunidad, porque además la productividad del ser humano se multiplica por el hecho de vivir en comunidad”, aclaró.
Por ello, la vivienda debe ser planeada en torno al estilo de vida de los habitantes, y bajo ese enfoque, crear conectividad con los trabajos, acercar negocios, servicios, escuelas, entre otros. Ya que, ante la nueva realidad, las personas valoran mucho más sus tiempos, y con ello evitan los largos traslados.
En ese sentido, Enrique de la Madrid aseveró que se deben generar nuevas políticas sobre el uso del suelo. Y es que, dijo, en ocasiones los desarrolladores se ven privados de la libertad de densificar debido a las restricciones establecidas en las leyes vigentes.
Bajo esta premisa, la industria se encuentra limitada en la innovación, puesto que los trámites son largos y costosos. Además, en algunos casos la corrupción y acciones ilícitas parecen ser la principal limitante.
En línea a ello, los costos de la vivienda pueden verse afectados debido a las acciones ilícitas por parte del gobierno. Los cuales se comprometen en la construcción de infraestructura y proporción de servicios en los conjuntos urbanos, pero, al final estos costos se suman a la empresa desarrolladora, lo que genera un aumento en los precios de salida al público.
Dicha problemática, refleja de manera clara los problemas de regulación existentes en diversos municipios de México. Lo cual abre la reflexión hacia las autoridades y los desarrolladores a mostrar cuentas claras con los verdaderos interesados en la vivienda.
Como segundo punto, De la Madrid indicó que la industria debe tener en cuenta que las familias cambiaron. Sobre el tema, cabe recordar que la arquitecta, Tatiana Bilbao, sostiene que las leyes en torno a los edificios de vivienda están construidas a través de una definición tradicional de familia.
Lo anterior, resulta un problema, puesto que en la actualidad existen muchas personas que no desean vivir en pareja, por lo que se necesita más vivienda. Por otra parte, las familias que no desean tener hijos, tienen otras necesidades que con probabilidad, las casas actuales no satisfacen.
Ante esta situación, a decir de Enrique de la Madrid, se necesita generar flexibilidad, y reconfigurar la definición de la vivienda, comprender el tipo de hogar que buscan construir las nuevas familias. Si se necesita espacio para una mascota, más habitaciones, diferentes medidas para los espacios, más áreas verdes, energías renovables, entre otros.
Sumado a ello, aseguró que ante la escasez de suelo, podría existir la posibilidad de vivir en comunidad. Por lo que será necesario crear desarrollo con áreas comunes que fomenten la vida en comunidad.
Un país de bajos ingresos
“Lamentablemente, uno de los retos que enfrenta la vivienda es que la economía no logró crecer al ritmo de la población, somos más de 126 millones de personas y en aumento, nuestra generación deberá ser capaz de generar riqueza y nivel de bienestar”, aseveró Enrique de la Madrid.
En esta línea, mencionó que en los últimos años, el costo de la vivienda aumentó de manera acelerada, pero no así los ingresos. Por ejemplo, indicó, la Sociedad Hipotecaria Federal reveló que se presentó un incremento de 150% en precios de inmuebles durante los últimos quince años. En cambio, en este periodo, el salario medio se redujo en un 7 por ciento.
Como ejemplo, el catedrático mencionó que hace algunos años las personas podían hacerse de un crédito hipotecario a 30 años. Y con ello, cimentar las bases de la casa en la que viviría hasta los últimos días. Hoy en día la pregunta es: ¿Cómo obtener un crédito hipotecario solvente?
“En México debemos aprender a repartir mejor las riquezas, ya que con ello, aumentará la demanda. Los empleados de la construcción podrán acceder a una casa de las que fabrican, los de la maquila a la ropa que confeccionan. Quedarse con un país con bajo nivel de ingreso es obtener un mercado pequeño”, afirmó De la Madrid.
Dentro de las soluciones que propone el catedrático se encuentra el uso de las energías renovables. Ya que, con ellas se podría llegar a un mejor nivel de ingreso económico para México.
“El costo de energía más barato se encuentra en la energía fotovoltaica, y energía eólica, en donde nosotros llegamos a tener el costo de energía más barato del mundo dos centavos por kilowatt hora, y eso nos haría uno de los países más competitivos para la inversión. Así como tenemos mano de obra calificada a precios competitivos, tendríamos energía a precios muy competitivos”, aclaró.
Con el adecuado abastecimiento de energía a precios competitivos, aseveró, más la mano de obra calificada, el país podría llegar a convertirse en uno de los destinos más atractivos para la inversión. Sin embargo, el panorama es distinto, ya que, en Querétaro o Tijuana no se puede desarrollar un proyecto debido a que no se puede garantizar el abastecimiento de energía.
A pesar de que el panorama podría presentarse como algo negativo, el especialista realizó la charla para reflexionar sobre los cambios y problemas en la industria de la vivienda.
Puesto que al final del día todos los mexicanos tienen derecho a ser acreedores de una vivienda digna, ya sea propia o rentada. Aunque, en México aún no es totalmente aceptado el desarrollo de vivienda para renta, en muchos países se puede rentar una vivienda por más de 30 años.
Estas medidas se toman con el fin de generar el acceso al techo digno sin importar su propiedad. Siempre y cuando se encuentre en el marco vigente de las leyes establecidas por cada país.
“Si nosotros somos pasivos a como se resuelven los problemas del país, entonces se vuelve imposible el acceso a una vivienda accesible”, Finalizó.