Previo a diciembre del 2020, la regulación limitaba el endeudamiento de las Fibras hasta un 50% respecto del valor de los activos
En el mes de diciembre de 2020 se modificaron las disposiciones de carácter general aplicables a los Fideicomisos de Inversión de Bienes Raíces (Fibras) y otros participantes del mercado de valores.
De esta manera, se flexibilizó la regla que limitaba el nivel de apalancamiento de las Fibras; por lo que ahora pueden incrementarlo o establecer los límites que consideren necesarios para la operación estratégica del modelo de negocio o sector en el que operen, si la Asamblea General de Tenedores así lo decide.
Esto les dará libertad de, por ejemplo, tener mayor capacidad para adquirir inmuebles o portafolios de propiedades; así como incrementar su capital de trabajo o hacer una recompra de acciones. Lo cual traerá grandes beneficios para las Fibras, dada la crisis sanitaria que se vive actualmente.
“Las emisoras se han visto condicionadas en su capacidad de financiamiento. Lo cual afecta sus inversiones y rendimientos; viéndose obligadas a financiar inversiones inmobiliarias de larga maduración, con préstamos de corto y mediano plazos que redunda en inversiones ineficientes y encarecen el costo en la contratación de deuda”, señaló la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Previo a diciembre del 2020, la regulación limitaba el apalancamiento de las Fibras hasta un 50% respecto del valor de los activos. Esto estaba, en parte, directamente relacionado con el nivel de riesgo asumido por todas las partes; es decir, las Fibras, los tenedores de los certificados y los acreedores.
De acuerdo con SiiLA México, hasta 2020, todos los fideicomisos habían mantenido los niveles de endeudamiento por debajo de la proporción permitida.
Al cierre del cuarto trimestre del 2020, las Fibras se encontraban apalancadas a un 34.26%, en proporción al valor de sus activos; lo que sumaba 206,000 millones de pesos.