Bajo el lema ‘espacio máximo, coste mínimo’, el trabajo de Carlos González se destacó por el desarrollo de vivienda para los sectores más pobres de la comunidad
Este lunes 12 de abril se dio a conocer el fallecimiento del arquitecto mexicano Carlos González Lobo, uno de los principales exponentes de la arquitectura social y participativa en el país.
Fue egresado de la Escuela Nacional de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); institución en donde también obtuvo una Maestría y un Doctorado. Además, en 1995 se le otorgó el título de Doctor Honoris Causa por la Escuela de Diseño de la Universidad de Rhode Island.
La trayectoria de González Lobo se caracterizó por el lema ‘espacio máximo, coste mínimo’; a través del cual se dedicó al apoyo a los sectores más pobres de la comunidad con vivienda popular. Esto mediante el apoyo solidario a los grupos pro-vivienda, tanto en la ciudad como en las zonas rurales.
Asimismo, tras el sismo de 1985 participó en la reconstrucción de la zona centro de la Ciudad de México; en la que se construyeron 350 viviendas en 60 vecindades. Lo anterior por medio de un proceso de autoconstrucción participativa, con tecnologías apropiadas y recursos de apoyos internacionales.
También encabezó la reconstrucción de poblados tras la crecida del río El Fuerte en Ahome, Sinaloa en 1991-92; en que se dotó de vivienda a 1,450 familias y el equipamiento comunitario de soporte.
De igual manera, de 1999 a 2005, colaboró en la construcción de los barrios Tierra Nueva VI y VII, en Ciudad Juárez. En esa zona se construyeron 2,500 viviendas de bajo costo, y mediante la participación comunitaria.
El trabajo de Carlos González Lobo ha sido reconocido en diversas ocasiones, como en el Pabellón de México en la Bienal de Venecia 2016, donde en conjunto fue invitado para exponer sus aprendizajes y estrategias sobre la autoconstrucción y participación en los pueblos damnificados del río El Fuerte.
Entre sus aportaciones destacan los sistemas constructivos de cubiertas y bóvedas con tecnologías alternas; diseños para el uso y reciclamiento de agua y de viviendas en semilla. Y en el ámbito urbano destacan sus propuestas de lotificación, que permiten la densificación cuidando siempre las condiciones de habitabilidad.