Estudiante del Tec de Monterrey, se interesó por trabajar con un material salido de productos de desecho para convertirlo en aislante térmico para viviendas
Debido a la falta de confort que presentan la mayoría de las viviendas, surge el interés de la Célula de Incubación SIDCA encabezada por Luis Alejandro Arcos, alumno del Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey, para trabajar con un material que salido de productos de desecho o post consumo se pueda convertir en aislante térmico.
Este proyecto, se enfocará especialmente para viviendas de un nivel socioeconómico bajo, que es donde existe mayor vulnerabilidad, como es el caso de la región noreste del país.
Al respecto, el doctor Pedro Pacheco, tutor responsable de la empresa de incubación SIDCA dijo que la basura es un recurso muy importante que se puede convertir en riqueza.
Este doctor junto a Luis Alejandro Arcos Garza, líder del proyecto, destaca que en las exploraciones bibliográficas y de campo que han realizado, se descubrió que existe una gran cantidad de desechos que pueden utilizarse como materiales de construcción.
Una de las misiones de SIDCA es promover la idea de diseñar y construir espacios habitables dignos y accesibles para todos, en donde pretenden crear un producto para el segmento de la población que se encuentra en la base de la pirámide.
Por su parte, Luis Alejandro Arcos, enfocó en sus estudios de la maestría de Diseño Industrial e Innovación de Productos (MDL), investigaciones hacia el proceso de aislamiento realizado a través de desechos post consumo de la celulosa y otros agregados.
Asimismo, dio a conocer que en estos momentos el producto y la empresa están en etapa de exploración y gestación, debido a que se están realizando pruebas de laboratorio y prototipos uno a uno; ya han analizado diversos materiales con los que se podría desarrollar el producto, y el papel periódico es una de las mejores opciones ya que se puede recolectar fácilmente antes de llegar a basureros municipales.
SIDCA tiene varios objetivos importante, uno de ellos es romper con el ciclo lineal que actualmente tiene la industria de la construcción, en donde se extrae la materia prima, se transforma, se realiza el producto, se instala, y finalmente se destruye o demuele, terminando como basura que no se vuelve a reutilizar.
Es por eso que Alejandro Arcos, destaca la importancia de la cultura de la autoconstrucción para que con el producto aislante conformado en paneles, el consumidor final puede realizar el trabajo, evitando pagar mano de obra para su instalación.
Además el producto se puede utilizar por tiempo indefinido, y en caso de que así se requiera, se puede des-construir quitando los paneles para posteriormente reutilizarlos.
La Célula de Incubación SIDCA, tiene además varias ventajas competitivas entre las que destacan el diseño arquitectónico, la innovación en productos, la prefabricación, la accesibilidad económica, y el ensamble y tiempo de autoconstrucción.