BBVA prevé menor dinamismo para los créditos a la vivienda hacia finales de 2020 debido a los potenciales efectos en la desaceleración del empleo
El grupo financiero BBVA dio a conocer el comportamiento del mercado crediticio para el mes de mayo de 2020, segundo mes con aislamiento social intensivo (Jornada Nacional de Sana Distancia) como característica principal de la vida económica y social del país.
BBVA encontró que el crecimiento anual nominal del saldo de cartera de crédito vigente otorgado por la banca comercial a la vivienda fue de 9.2% (6.2% real). Sin embargo, es preciso observar una tendencia a la baja, explicó el banco, que refirió que en abril este crecimiento fue del 9.6% y en mayo de 2019 de 10.6 por ciento.
Resulta interesante para la institución bancaria que, pese a la coyuntura sanitaria y económica, los créditos a la vivienda sigan observando números alcistas.
[quote]“A pesar de las medidas de confinamiento y suspensión de actividades no esenciales adoptadas a raíz de la pandemia Covid-19 la cartera de vivienda no ha reflejado aún un choque abrupto en su desempeño, manteniendo tasas de crecimiento nominal cercanas al 9% en los últimos tres meses”.[/quote]
Desaceleración de los créditos a la vivienda, para finales de 2020
No obstante este resultado, BBVA considera que a partir de la segunda mitad del 2020 se empezará a reflejar un menor dinamismo de la cartera hipotecaria.
Las razones de esta previsión son el rezago del empleo permanente que se ha venido desacelerando desde la segunda mitad de 2018 y el fuerte y reciente shock al empleo dejado por la pandemia de Covid-19.
Con este incierto panorama en torno al empleo y el nivel de ingresos, BBVA considera que los futuros posibles compradores de vivienda se lo ‘pensarían dos veces’ antes de contraer un crédito hipotecario, es por ello por lo que prevén una desaceleración en la colocación de créditos para vivienda.
“Las pérdidas de empleos formales aunada a una caída en el poder de compra de los hogares harían más cautos a los potenciales acreditados para contratar financiamiento de largo plazo como el hipotecario, ante la incertidumbre respecto a su flujo esperado de ingresos y una lenta recuperación del empleo formal”.