En las últimas semanas, desde Centro Urbano hemos emprendido un esfuerzo para abrir el diálogo con diversos actores del sector y tratar de dimensionar los alcances de la contingencia generada por el Covid-19.
En este marco, hemos contado con una diversidad de voces que ha enriquecido de sobremanera el debate en torno a los efectos que traerá consigo la pandemia. Pero, sobre todo, para tratar de identificar los caminos por los que deberá transitar la industria en aras de incentivar su recuperación lo antes posible.
De este ejercicio, ha resultado una idea importante que se debe destacar: en la demanda debe enfocarse la primera línea de acción para pensar en la recuperación del sector. En otras palabras, los esfuerzos se deben concentrar en cuidar, fortalecer la demanda, hacer que la poca que exista no se caiga.
Y esta premisa parte de la idea que el mercado cambiará una vez que pase la contingencia. Sobre todo, este cambio, coinciden algunos actores, estará impulsado por una afectación importante en los ingresos de las familias.
Cuidar la demanda
En esa línea, diversas voces consultadas por Centro Urbano han insistido que será importante comenzar a planear medidas que permitan fortalecer a la demanda; es decir, generar estrategias que permitan a las familias tomar los créditos hipotecarios y comprar las viviendas.
Esta medida, incluso, la ponen en orden de prioridad por encima de la necesidad de retomar la construcción. Y es que se insiste que si bien es importante retomar las obras, esto no tendrá sentido si no habrá un mercado con el suficiente poder adquisitivo para hacerse de las unidades que se produzcan.
Ante ese escenario, varios actores han insistido en la necesidad de realizar un análisis sobre el mercado que habrá después del Covid-19. Esto, partiendo de la idea que muchos trabajadores podrán perder el empleo, ser suspendidos por la contingencia o ver reducido su salario.
Estrategias
Al respecto, ya sea habla de la necesidad de impulsar estrategias claras, sobre todo desde los organismos públicos para fortalecer a la demanda. Se pone sobre la mesa la necesidad de adelantar programas como el que se trabaja de Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) para atender a la economía mixta y no afiliada.
Aquí también se destaca la importancia del Infonavit. Entre otras cosas, se ha hecho énfasis en la necesidad que pueda recortar su tasa de interés y emprender otro tipo de medidas para flexibilizar el otorgamiento de financiamiento.
En este caso, se habla de un hecho particular: el evitar el desperfilamiento de los derechohabientes. Y es que, ante la posibilidad de que muchos sean suspendidos durante la contingencia, o vean reducido su salario, podrían salir de la zona de trabajadores precalificados que ya pueden solicitar su crédito, con lo que bajaría el número de familias que estarían en posibilidad de comprar una vivienda.
Para ello, se ha hecho énfasis en la necesidad que el Infonavit eche mano de sus facultades, y permita que para la precalificación se tome como referencia el último bimestre antes del inicio de la pandemia. Con ello, los trabajadores mantendrían la posibilidad de ser candidatos para un crédito.
Incertidumbre
Sin duda el debate aún está en el aire y la incertidumbre aún nubla la vista. A un mes de la fecha pactada para levantar las medidas de aislamiento y comenzar con el retorno paulatino de las actividades, todavía no se tienen certezas sobre el escenario post Covid19.
Ya los cálculos realizados por algunos bancos hablan de caídas importantes en el PIB, lo que sin duda impactará en el número de plazas laborales.
Si algo es cierto, es que sin mercado será muy difícil la recuperación de un sector tan importante como la vivienda. Se ha insistido que esta industria es un motor contracíclico por naturaleza, al tener un alto impacto en lo social y en lo económico.
Por ello, en esta intención de tratar de clarificar el panorama, poner al centro de la agenda la necesidad de robustecer la demanda; de enfocar los esfuerzos en cuidar a quienes quieren comprar una vivienda, es un primer gran paso. Conforme avance el tiempo, se vuelve más apremiante contar con una estrategia de acción para combatir lo que viene tras el Covid-19.
Lo importante será estar atentos; seguir en la suma de voluntades y esfuerzos para que los efectos repercutan en menor medida en la capacidad de compra de las familias. Que tras la pandemia un trabajador aún considere comprar su vivienda, será una señal alentadora de un México que podría salir adelante más pronto de lo pensado.