Inicio / Arquitectura / Remodelación de la librería Jaime García Terrés – UNAM

Remodelación de la librería Jaime García Terrés – UNAM

Arquitectura | Opinión |

Por Gustavo López Padilla*
Mucho se ha polemizado a lo largo de los últimos quince o veinte años, en relación a la permanencia de la lectura a través de libros impresos y el impacto que sobre lo mismo han significado los libros digitales. Se ha llegado a plantear que estos últimos, podrían terminar  desplazando casi por completo la materialidad de los impresos. Sobre el tema se han realizado una buena cantidad de investigaciones y reflexiones, llegando a identificar que cada una de las dos modalidades de lectura, por ahora,  tienen ventajas y desventajas, que van desde los costos de adquisición de los libros, disponibilidad, versatilidad y variedad de textos, comodidad de lectura, posibles afectaciones a la salud, posibilidades de compartir experiencias lectoras, repercusiones en el medio ambiente, ocupación de espacios físicos para alojar textos y su permanencia en el tiempo entre otros conceptos. A partir de los resultados de estas investigaciones, se ha llegado a contabilizar,  que en los tiempos que corren al inicio de los años veinte, las preferencias de leer libros impresos, llegan hasta un 60 0 65 % en comparación con los textos digitales, incluyendo entre la población lectora a las generaciones de jóvenes.

Todo esto puede cambiar dependiendo de la forma en que evolucionen los medios modernos de comunicación, pero la realidad es que al día hoy conviven las dos modalidades de lectura y existe una mayor elección por leer textos impresos. Entre el público que ha expresado sus preferencias, han comentado que si se trata de lecturas breves, periódicos, revistas, informaciones técnicas, sistemáticas o que impliquen datos, se pueden inclinar por textos digitales, pero cuando se trata de lecturas placenteras, llámense ensayos vitales, filosofía, novelas, cuentos o poesía, prefieren los textos impresos. Lo anterior en su conjunto,  tiene que ver desde luego con la permanencia y modalidades operativas de lo que hoy son las librerías, que naturalmente han resentido la presencia  de los libros digitales.

Y justamente hablando de librerías, en este mes de abril fue inaugurada la remodelación, que se realizó en las instalaciones de la  Jaime García Terrés (editor, diplomático, poeta y ensayista mexicano 1924-1996) que forma parte de la red  de librerías de la Universidad Nacional Autónoma de México. Esta librería está ubicada al sur de la ciudad de México, en ave. Universidad no. 3000, en la Alcaldía Coyoacán, colindando con la entrada principal al campus de Ciudad Universitaria. La librería fundada en el año 2003, ocupa parcialmente unas crujías de lo que fueran las instalaciones de la sede de la imprenta universitaria, construidas a mediados del siglo pasado.  Estas crujías mantienen el criterio industrial del proyecto original, como techumbres resueltas geométricamente mediante dientes de sierra orientados hacia el norte, lo que propicia espacios funcionales para la producción de impresos y la presencia de  libros ya como librería. Las instalaciones  preexistentes, de altura generosa,  de lo que fuera la  original imprenta, muestran materiales aparentes, estructuras de concreto y tabique de barro, con recorridos igualmente aparentes de algunas instalaciones necesarias.

El proyecto de remodelación incluye dos pequeñas nuevas crujías, que alojan los espacios que complementan las actuales necesidades de programa de la librería, que cuenta ahora con 940.00 m2, la disponibilidad de 50 mil volúmenes para exhibición y venta, convirtiéndola en la librería mas grande de la red universitaria. Como parte de la actualización del nuevo programa, se dispone ahora de un pequeño foro destinado a actividades múltiples para 50 personas, cafetería, zonas especiales de descanso y lectura, área para niños y algunos lugares al aire libre, donde también se podrán realizar diversas actividades. La librería se entiende ahora como espacio cultural, enriqueciendo con ello su presencia universitaria y social. La remodelación fue realizada a través de la Coordinación de Vinculación y Proyectos Especiales de la Facultad de Arquitectura, de la Universidad Nacional Autónoma de México, diseño dirigido particularmente por la Arq. Cristina López Uribe y el Arq. Salvador Lizárraga Sánchez.

En términos urbanos, la ubicación de la librería es estratégica, al estar en uno de los costados de la entrada principal a la Universidad y colindando con la ave. del mismo nombre, lo que permite que el público en general pueda tener acceso a ella, sin embargo, me parece una severa limitación que no se cuente con estacionamiento propio, ya que el tránsito en la zona es intenso y numeroso, lo que dificulta que el público en general, pueda llegar con comodidad a la librería. Debería contar incluso con estacionamiento para bicicletas. En otro sentido su ubicación, prácticamente fuera del campus universitario, resta también de alguna manera la presencia en relación con la comunidad estudiantil. Contribuye negativamente a lo anterior, que la imagen  volumétrica urbana-arquitectónica  de la librería, es demasiado discreta, con volúmenes bajos y letreros poco visibles. Creo además que le falta al proyecto algún diseño de paisaje mas verde y atractivo en los alrededores del sitio. Lo anterior en su conjunto es un tema que necesariamente habrá que pensar, plantear y resolver, si se pretende un éxito social, cultural y comercial del lugar. Al final de cuentas, si la gente en la zona transita preferentemente en automóvil, es difícil reconocer a simple vista su presencia y que pueda llegar con comodidad al sitio.


En lo que tiene que ver con la remodelación interior, los resultados son acertados, funcionales y amables, se invita de manera adecuada a  recorrer y permanecer en el lugar. Contribuye de manera importante a lo anterior, la altura generosa del sitio, un cierto atractivo relacionado con su espíritu industrial y desde luego la calidad y cantidad de luz natural, clara y homogénea, lo que permite recorrer el lugar y visualizar los libros expuestos de manera fácil y confortable. Aprovechando la altura generosa, se dispuso en el diseño, en dos costados del lugar, de una pasarela alta de exhibición de libros, que resulta atractiva visualmente, tanto si se aprecia desde abajo, como recorriendo la parte alta.

Elementos metálicos con tonalidades oscuras, con soluciones que muestran un cierto carácter industrial, maderas claras y granitos, constituyen el repertorio de materiales empleados en la remodelación, que se combinan de manera armónica con los concretos y barros preexistentes. Se trata al final de cuentas de propuestas de diseño sencillas, que muestran especial atención en la solución de detalles y despiece de materiales. Las estanterías de exhibición de libros están dispuestas mediante una cierta diversidad de presencias, en lo que tiene que ver con sus alturas y volumetrías, complementando lo anterior con la incorporación de algunos gráficos que vuelven atractivo el lugar y sus recorridos.

Como parte de los planteamientos de diseño, tanto al interior como al exterior, se cuenta con la presencia  de algunas viejas máquinas de linotipos, que nos recuerdan las actividades de la imprenta que ocupaba originalmente el lugar.  Soy de las gentes que prefieren leer libros impresos, reconocer sus volumetrías  con el tacto, identificar  su olor, sus texturas, gustando de sus diseños y colores, guardando al interior de los libros notas y fotografías. Recorrer una librería luminosa, amable y confortable como la García Terrés, forma parte del placer de lo que mas adelante, será sentarse en la cafetería de barrio, con vista a un lugar verde, con un buen café, disfrutar de la lectura y la posible platica con algún vecino de mesa.

Tags

Columnista invitado


Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas y mostrar publicidad personalizada.