“Buscamos es que el espacio público sea una opción para las mujeres; con obras que promuevan la reconstrucción del tejido social”, destacó Carina Arvizu
En el marco del ciclo de conversatorios y reuniones virtuales ‘Contingencia Covid-19: aprendizajes para el territorio’; que organiza la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu); en coordinación con ONU-Hábitat, se llevó a cabo el foro ‘Retos para la igualdad de género ante la crisis sanitaria’; donde se destacó la necesidad de repensar los espacios públicos y privados para generar políticas enfocadas a disminuir la desigualdad e inseguridad contra las mujeres.
De acuerdo con Carina Arvizu Machado, subsecretaria de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Sedatu; para muchas mujeres mexicanas, el espacio privado, en particular la vivienda, resulta más una carga de trabajo que un espacio seguro. Pues, antes de la crisis sanitaria, las mujeres ocupaban 2.6 veces más tiempo que los hombres en tareas de cuidados y del hogar.
“Con el Programa de Mejoramiento Urbano buscamos atender el entorno público y los espacios privados. En 2019 hicimos 55 espacios públicos y 79 equipamientos; entre ellos un Centro Integral de las Mujeres, en Nogales, Sonora. Lo que buscamos es que el espacio público sea una opción para las mujeres; con obras que promuevan la reconstrucción del tejido social y que brinden seguridad; además de que coadyuven al desarrollo de las comunidades que han sido históricamente olvidadas”, destacó.
Por su parte, Eugenia De Grazia, especialista de Proyectos de ONU-Hábitat en México; afirmó que es imperativo asegurar que las sociedades y ciudades sean más igualitarias tras la pandemia de Covid-19; y que se adapten las necesidades del territorio a los contextos particulares.
En tanto, Marta Ferreyra, directora general de Autonomía y Empoderamiento para la Igualdad Sustantiva del Instituto Nacional para las Mujeres (Inmujeres); señaló que las tareas de cuidados están amparadas por la construcción social de género, que liga a la feminidad con ellos; así como la masculinidad al ejercicio de la violencia.
“Hoy en día, las mujeres siguen teniendo la responsabilidad de poner un plato de comida en su mesa; y esto solamente puede resolverse con la redistribución, el reconocimiento monetario de lo que impacta su trabajo en la economía. Sabemos que, en México, el trabajo de cuidados equivaldría a 23% del Producto Interno Bruto, de acuerdo al Inegi”, explicó.
Finalmente, la legisladora Wendy Briceño, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados; recordó que, históricamente, ha existido una relación paralela entre cuerpo y territorio; pues los cuerpos de las mujeres, al igual que los territorios, han sido botín en luchas bélicas y del crimen organizado; así como en las luchas simbólicas que se viven en el espacio público y privado.
“Desde la Cámara de Diputados estamos promoviendo una Ley de Cuidados, de la mano del Inmujeres; así como una ley que proteja de manera especial a nuestras jefas de familia. Sabemos que cada vez más hogares tienen una jefatura femenina; y es una gran oportunidad para que desde Sedatu se generen programas para apoyar el acceso a la vivienda para las jefas de familia”; detalló.