El secretario Ramírez Marín asegura que se trabaja en la implementación de nuevos programas
El 2015 será un excelente año para el país y en particular para la industria de la vivienda, sector en el que no se prevé ningún recorte al presupuesto, aseguró el titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Jorge Carlos Ramírez Marín, quien señaló que como parte de las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Gobierno Federal trabaja en la implementación de nuevos programas, entre los que destacan vivienda en renta, construcciones sustentables y atención a casas desocupadas.
En un encuentro con medios de comunicación, Ramírez Marín aseguró que el tema de la vivienda se vinculará aún más con la sustentabilidad, movilidad y el entorno, y detalló que el objetivo es que la vivienda se sume al desarrollo urbano y que se trabaja con acciones que permitan frenar la expansión de la mancha urbana, lo cual también contribuye a restablecer el tejido social.
Señaló que se busca construir mejores viviendas y dar preferencia a los Desarrollos Certificados con servicios básicos (agua, drenaje y electricidad) y transporte, antes de otorgar créditos para la adquisición de casas.
Respecto a la implementación de la Reforma Energética, recordó que existen más de cuatro mil ejidos que son susceptibles de ser objeto de explotación de gas o hidrocarburos, en los cuales la dependencia a su cargo actuará como mediador y precisó que la mediación por parte de esa secretaría se dará hasta donde los ejidatarios lo consideren o logren un acuerdo satisfactorio entre las partes.
Subrayó que vigilarán el derecho a la propiedad de los ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios ante las empresas, y que conozcan en qué términos van a negociar y que para ello, además del seminario “Mediación Aplicada a la utilización del Suelo en Proyectos Energéticos”, la Procuraduría Agraria realizará 200,000 jornadas de capacitación.
Ramírez Marín descartó que la baja en los precios del petróleo afecte los proyectos de inversión en los ejidos susceptibles de explotación o exploración de hidrocarburos, ya que es más rentable realizarlos en tierra que en aguas profundas.