“Las mujeres ya no solo administran el hogar: lo diseñan, lo construyen y lo defienden. Están reinventando la manera de tener su propio hogar”
De acuerdo con Materiales San Cayetano, cada vez hay más mujeres mexicanas liderando la autoconstrucción de vivienda en el país, pues, sin ser arquitectas ni ingenieras, construyen sus hogares con sus propias manos.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 64 % de las viviendas en México han sido construidas de forma no profesional, y una parte significativa está encabezada por mujeres.
Lo anterior debido a condiciones como el encarecimiento del suelo urbano, el desplome del acceso a créditos formales, y el abandono de políticas de vivienda progresiva.
“Las mujeres ya no solo administran el hogar: lo diseñan, lo construyen y lo defienden. Están reinventando la manera de tener su propio hogar”, afirmó Fernanda Montoya, gerente de Relaciones Institucional de Materiales San Cayetano.
Este fenómeno se observa, sobre todo, en barrios populares de Iztapalapa, Ecatepec, Tláhuac, Chalco y Nezahualcóyotl, donde cada vez es más común ver a mujeres al frente de los proyectos de vivienda.
Se trata de madres solteras, viudas o jefas de familia, quienes compran el material, toman talleres o simplemente siguen la intuición heredada de generaciones que siempre hicieron más con menos.
“Yo no sé de planos, pero sí sé que mis hijos necesitan un techo digno. Esta casa la he levantado sola, poco a poco. A veces con lo que vendo de tamales, a veces con lo que me prestan en la tanda. Pero ya tiene cimientos, paredes, y ahora vamos por el baño”, comentó Norma, madre de tres, desde un terreno en obra negra en Cuautepec, donde cada fin de semana se convierte en maestra de obra.
En ese sentido, en los últimos cinco años, organizaciones civiles como Hábitat para la Humanidad, colectivos barriales y universidades han comenzado a capacitar a mujeres en materia de autoconstrucción segura, ofreciendo desde asesoría legal para la tenencia de la tierra hasta cursos de plomería básica, diseño estructural, recolección de agua y manejo de herramientas.
“Mientras los grandes desarrolladores continúan enfocándose en vivienda vertical y de lujo, la ciudad se transforma a manos de quienes construyen desde abajo. Literalmente. Y ellas, con mezcla en mano no están esperando a que nadie las rescate. Porque en esta nueva historia de ciudad, las mujeres no solo habitan: edifican”, indicó San Cayetano.









