Si se tiene una o más propiedades en renta, estas acciones ayudarán a mostrar flexibilidad ante los inquilinos; a fin de asegurar los ingresos que el arrendamiento representa
La cuarentena derivada de la pandemia de Covid-19 ha perjudicado la economía de cientos de familias mexicanas; pues, al detenerse distintos sectores de la industria, muchas empresas se vieron obligadas a despedir personal o reducir los sueldos de los trabajadores.
Esto ha provocado que los inquilinos no puedan pagar la renta de sus viviendas, o que presenten dificultades para cubrir sus gastos cotidianos, debido a la pérdida de sus ingresos.
Sin embargo, esta situación también afecta a aquellos que poseen propiedades en alquiler; sobre todo si dependen totalmente de esos ingresos.
Ante la crisis sanitaria, lo más recomendable es que los arrendadores se muestren flexibles con sus inquilinos con respecto al pago de la renta; pero si no se desea arriesgar estos ingresos y la participación en el mercado del arrendamiento, la comercializadora de inmuebles Agatha Premium Living propone las siguientes acciones.
Llegar a acuerdos razonables para el aplazamiento, condonación o pago diferido de la renta
Es necesario mantener una buena comunicación con cada inquilino; a fin de conocer quiénes están en posibilidad de liquidar pasada la emergencia; quiénes podrían ser candidatos a descuentos por buen historial; y quiénes podrían estar exentos del pago de renta, de manera total y definitiva.
Cualquier acuerdo al que se llegue deberá estar estipulado en una carta compromiso firmada por ambos; que, además deberá señalar la fecha a partir de la que se pospone o anula el monto; la fecha de reanudación de cobros; y, en el caso de pagos diferidos, estipular en cuántas partes se habrá de retribuir.
Además, Agatha Premium Living sugiere intercambiar el pago de la renta por el de servicios como agua, luz, etc. De esta manera, el arrendador no tendrá que cubrirlos por cuenta propia.
Seguir promoviendo las propiedades
En caso de que algún inquilino prefiera desalojar la propiedad a deber la renta, es una buena oportunidad para lanzar algunos descuentos u ofertas; así, el inmueble puede volver a ocuparse en esta época en la que los inquilinos potenciales lo necesitan.
El casero puede hacer uso de sus redes sociales y correo electrónico para publicar fotografías del departamento y proporcionar información; para sustituir las visitas presenciales.
Incursionar en la economía naranja
La también llamada ‘economía colaborativa’ representará un esfuerzo mínimo para el arrendador como prestador de un servicio; así como un ahorro atractivo para los posibles inquilinos.
Consiste en hacer uso de plataformas como Airbnb, el cobro se da en función o proporción de cuánto use el servicio; y es por ello que resulta conveniente para ambas partes.
En esta época, por ejemplo, hay personas que recorren largas distancias para llegar a hospitales a dar seguimiento al estado de salud de familiares internados; por ello, si se cuenta con un departamento o una habitación vacía, es recomendable integrarse al esquema para rentarlo por lapsos cortos.
Considerar el Coliving
De acuerdo con especialistas del mercado inmobiliario, este esquema de arrendamiento temporal es 7.5% más rentable que los de largo plazo o tradicionales; debido a la afinidad de perfiles de los habitantes que compartirán el lugar y a que incluye servicios como limpieza semanal.
El coliving resulta muy atractivo, principalmente, para quienes cuentan con perfil profesional, ingresos periódicos y que desean permanecer un tiempo determinado en el inmueble. Esto descarta al 99% la posibilidad de que se genere algún tipo de morosidad.
Lo importante, para rentar en este esquema, es hacerse visible en Internet; y enumerar las ventajas, servicios y comercios del vecindario, como hospitales, restaurantes, museos, parques, centros de justicia, comerciales, de trabajo, escuelas, transporte, entre otros.