Durante el anuncio no se aclaró, sin embargo, cuál sería el nombre del producto hipotecario
Familiares de primer grado, como cónyuges, hermanos y padres e hijos que sean derechohabientes del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y del Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste) ahora podrán juntar las subcuentas en ambos sistemas para obtener un mayor crédito y comprar una vivienda más grande, gracias al acuerdo que firmaron ambas instituciones.
“Si un hermano trabaja en una empresa privada y otro en el sector público pueden juntarse y tener un mejor crédito. Entre padres e hijos también se puede hacer esta combinación y tener acceso a viviendas de mayor dimensión”, informó la secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Rosario Robles Berlanga.
Ambos organismos de vivienda dieron a conocer que este nuevo instrumento, disponible desde ayer, beneficiará a miles de trabajadores mexicanos, en tanto que se hace posible que terceros no derechohabientes puedan aportar recursos para complementar una mejor opción de crédito.
Con estas acciones se cumple con las expectativas de millones de mexicanos a una vivienda digna y decorosa, y se contribuye a desarrollar un proyecto de comunidad que permita fortalecer el futuro del país, dijo el director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), José Reyes Baeza.
“Se construyen mecanismos específicos para lograr el producto conyugal para que un matrimonio logre unir los montos de sus subcuentas de vivienda Fovissste e Infonavit”, explicó el ex titular de Fovissste durante la firma del convenio.
El convenio fue firmado en Tecámac, Estado de México, por los titulares del Infonavit y del Fovissste, David Penchyna Grub y Luis Godina, respectivamente.
Penchyna expuso que el esfuerzo coordinado hace posible la generación de esquemas para hacer realidad el sueño de derechohabientes y se materialicen en un mejor patrimonio, y así tengan mejores casas y viviendas dignas.
En comunicado conjunto de ambas dependencias, se afirmó que este instrumento incrementará y mejorará el acceso al financiamiento de la vivienda a los trabajadores mexicanos, y así contar con la oportunidad de adquirir, construir, modificar una vivienda digna y decorosa.
Promoverá que sus respectivas políticas de crédito permitan el otorgamiento de crédito a sus derechohabientes, cuando éstos acepten la aportación de recursos monetarios de terceros no derechohabientes para la adquisición, construcción, reparación y mejoramiento de la misma vivienda o para el pago de pasivos adquiridos previamente por los acreditados.
También focalizará esfuerzos para abatir el rezago básico y ampliado de vivienda en el país, en el ámbito de su expresión regional; fortalecer líneas de financiamiento para incrementar la capacidad crediticia de sus derechohabientes.
Las instituciones impulsarán la armonización y/o estandarización de sus políticas de crédito en lo que respecta a los parámetros de calidad de vivienda, mismos a los que debe sujetarse la construcción, ampliación, reparación y mejoramiento de la vivienda que sea financiada con créditos de ambas.
Desarrollarán, en la medida de sus posibilidades, herramientas, sistemas informáticos e infraestructura de soporte para la vinculación interinstitucional y evaluación de los prestadores de servicios, que permitan además elevar la capacidad y calidad de atención de las demandas de sus derechohabientes.
Cabe aclarar que en el lanzamiento del programa no se especificó cómo se llamaría dicho producto hipotecario ni se aclaró cuál sería la aplicación en grado de parentesco de las personas que estarían en el rubro de “aportación de recursos monetarios de terceros no derechohabientes” y cómo sería esta aportación ante los Institutos mencionados.
