El mundo atraviesa una crisis en materia de vivienda, señala la Relatora Especial de Vivienda de ONU
De las 7,700 millones de personas que habitan en el mundo, alrededor de 1,800 millones no cuentan con una vivienda adecuada. Es decir, 23% de la población del mundo carece de un espacio digno para habitar.
Así lo dio a conocer la Relatora Especial de Vivienda de la Organización de las Naciones Unidades (ONU), Leilani Farha. En el informe entregado en el marco del 43 periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, la especialista destacó que en el mundo existe una crisis de vivienda “relacionada a la creciente desigualdad socioeconómica, a la financierización a gran escala de la vivienda y el suelo, y a la existencia de sistemas de vivienda insostenibles que consideran a la vivienda como una mercancía”.
La Relatora destaca que, a nivel mundial, se estima que 1,000 millones de personas viven en asentamientos irregulares; además explica que alrededor de 150 millones de personas no cuentan con una vivienda. En este rubro, señala, alrededor de 15 millones de personas son desalojadas por la fuerza al año.
En el documento, Leilani Farha abunda en lo que considera las causas de la crisis en vivienda que atraviesa el mundo. Entre otras cosas, menciona, la crisis “no la ha causado una disminución de los recursos ni una desaceleración económica, sino el crecimiento económico, la expansión y la creciente desigualdad”.
Al respecto, asegura, lejos que la vivienda se consolidara como un elemento para reducir las desigualdades, las ha potenciado.
[quote]“La vivienda se ha convertido en un impulsor clave de la creciente desigualdad socioeconómica, al incrementar la riqueza de quienes poseen una vivienda y llevar a aquellos que no a una situación de más endeudamiento y pobreza”.[/quote]
La vivienda como mercancía
La Relatora Especial de ONU en materia de vivienda señala en su informe que a nivel mundial se ha notado una tendencia a ver a la vivienda más como mercancía y no como derecho. En esa lógica, apunta, el sector privado “ha ejercido un dominio sin precedentes de los sistemas de vivienda, separando a menudo a esta última de su función social y tratándola como una mercancía para la especulación”.
Ante este escenario detectado, la especialista propone 16 lineamientos a seguir para lograr la aplicación del derecho a una vivienda adecuada. Entre estos, destacan:
- Garantizar la regulación de las empresas en consonancia con las obligaciones del Estado y abordar la financierización de la vivienda; y
- Prohibir los desalojos forzosos e impedir los desalojos siempre que sea posible.