A raíz de la pandemia se registró un drástico impacto en la forma de vida y en el hábitat en el mundo; así como caídas importantes en la inversión inmobiliaria
Los arquitectos Marco Antonio Vergara, presidente de la Federación de Colegios de Arquitectos de la República Mexicana (FCARM); Luis Enrique López Cardiel, coordinador ejecutivo del Comité Mexicano para la Práctica Internacional de la Arquitectura (Compiar) y José Luis Cortés, presidente de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), presentaron el Manifiesto Nacional- Hacia la nueva Normalidad- Prospectiva del Hábitat Postpandemia- Vivienda.
El documento señala que la pandemia por Covid-19 ha impactado el estilo de vida de la población mundial de forma importante. Además de que el aislamiento social para evitar la propagación del virus ha causado, particularmente en niños y adolescentes, percepciones de abandono, inseguridad, pérdida de libertad, previsibilidad y autosuficiencia. Por ello, se requiere reiniciar o refundar el hábitat humano: ‘reseat el hábitat’.
Al respecto, Vergara explicó que el Manifiesto tiene el propósito de mejorar las condiciones de vida de las personas; así como reiniciar o refundar el hábitat humano para transformar las ciudades y reconstruirlas dentro de la nueva normalidad.
“Este Manifiesto es el resultado de un modelo de participación incluyente y bajo convocatoria abierta a todas las Regiones y Colegios integrantes de la FCARM; extendida a las organizaciones e instituciones profesionales, de investigación y académicas afines a la arquitectura, a sus especialistas y expertos”, dijo.
El arquitecto agregó que, a raíz de la pandemia, se registró un drástico impacto en la forma de vida y en el hábitat en el mundo. Debido a la emergencia sanitaria hubo caídas de hasta 70% anual de obras de vivienda que fueron detenidas o retrasadas; además de que la inversión en edificación residencial decreció 15.6 % y la no residencial lo hizo en 20.1% con respecto a 2019.
Asimismo, el Manifiesto destaca que la pandemia acrecentó las condiciones de inequidad en las ciudades; y convirtió a la vivienda en un sitio desfavorable para mujeres, niños, personas con discapacidad y adultos mayores.
No obstante, el Arq. José Luis Cortés mencionó que la vivienda deberá reconvertirse en un espacio que integre todas las características de la nueva habitabilidad. Para lo cual se debe orientar el trabajo de todos aquellos que inciden en políticas de asentamientos humanos para que la vivienda cumpla con el nuevo rol que demandan los jóvenes, las mujeres y las personas en situación de vulnerabilidad.
“Nuestra visión al 2030 es que las personas cuenten con ciudades, colonias, barrios, vivienda, equipamiento e infraestructura urbana con características espaciales identitarias; acordes a los nuevos estilos de vida, con claros indicadores de satisfacción, seguridad, pertenencia, disfrute, goce y cumplimiento de sus derechos; percibiéndose un horizonte creciente hacia una mayor homogeneidad en la cohesión social”, señaló Marco Antonio Vergara.