El método del ‘grado de urbanización’ clasifica de manera sencilla y transparente las ciudades, las localidades (o pueblos) y zonas de densidad intermedia, y las zonas rurales
De acuerdo con ONU-Habitat, el programa de las Naciones Unidas para los asentamientos humanos, las definiciones nacionales de zona urbana y de zona rural difieren significativamente de un país a otro; por ello, resulta difícil comparar estas zonas a escala internacional.
Muchos países utilizan el tamaño mínimo de población para definir una zona como urbana; sin embargo, este número puede ser de 200 habitantes (Dinamarca), 2000 (Argentina), 5000 (India) o 50 000 (Japón), o incluso 100 000 (China). Algunos no utilizan una definición estadística, sino que delimitan las zonas urbanas por decisión administrativa. Y otros países usan el empleo por sectores o la disponibilidad de infraestructuras y servicios para determinar si los asentamientos deben clasificarse como urbanos o rurales.
Frente a este panorama, una coalición de seis organizaciones internacionales, incluida ONU-Habitat, elaboró el ‘grado de urbanización’; un método que permite las comparaciones internacionales de ciudad, localidad (o pueblo) y zona de densidad intermedia, y zona rural.
Dicho método distingue tres tipos de asentamientos:
- Ciudades: Tienen una población de al menos 50,000 habitantes en áreas contiguas densamente pobladas (más de 1,500 habitantes por kilómetro cuadrado);
- Localidades (o pueblos) y zonas de densidad intermedia: con una población de al menos 5,000 habitantes en zonas contiguas cuya densidad es de un mínimo de 300 habitantes por kilómetro cuadrado;
- Zonas rurales: constituidas principalmente por áreas con baja densidad de población o deshabitadas.
Además, el ‘grado de urbanización’ ofrece diversas ventajas:
- Aporta sencillez y transparencia.
- Tiene en cuenta el tamaño y la densidad de población.
- Contribuye al seguimiento de los avances en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
- Refleja las economías de aglomeración.
- Permite una supervisión eficaz en términos de costes.
“El método del ‘grado de urbanización’ clasifica de manera sencilla y transparente las ciudades, las localidades (o pueblos) y zonas de densidad intermedia, y las zonas rurales”, explicó ONU-Habitat.
Además, contribuye a detectar y medir la eficacia de las políticas aplicadas en distintos países que mejoran la calidad de vida en esas zonas. Y ayuda a hacer un seguimiento del acceso a los servicios, a las infraestructuras y a otros indicadores de los ODS; de forma que se puedan elaborar comparaciones y agregaciones significativas.