Las evidencias obtenidas a nivel mundial demuestran que las ciudades con límites de velocidad bajos reducen el riesgo de sufrir lesiones graves y salvan vidas
En el marco de la Sexta Semana Mundial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial se lanzó la campaña ‘Calles para la vida’. La cual busca lograr que el límite de velocidad sea de 30 kilómetros por hora en las ciudades del mundo; así como generar apoyo a nivel local para construir ciudades seguras, saludables, verdes y habitables.
De igual manera, la campaña pretende generar vínculos entre ese límite de velocidad y el cumplimiento de una serie de Objetivos de Desarrollo Sostenible; entre ellos los relacionados con la salud, la educación, las infraestructuras, las ciudades sostenibles, la acción climática y las asociaciones.
A través de esta iniciativa, la ONU invita a las y los ciudadanos a firmar una carta abierta para exigir a los encargados de formular políticas públicas que establezcan que el límite de velocidad de 30 km/h sea la norma en las calles de las ciudades y pueblos de todo el mundo.
¿Por qué 30 km/h?
De acuerdo con ONU-Habitat, existen evidencias obtenidas a nivel mundial que demuestran que las calles con límites de velocidad bajos reducen el riesgo de sufrir lesiones graves y salvan vidas.
Asimismo, ensayos realizados en situaciones reales han demostrado que, en la mayoría de los desplazamientos habituales en ciudades, la diferencia de tiempo entre circular a una velocidad máxima de 30 km/h o de 50 km/h es mínima.
Además, en las calles con límites de velocidad bajos, los vehículos suelen desplazarse sin problemas, con menos aceleraciones y desaceleraciones; lo cual se traduce en una menor contaminación.
Finalmente, ONU-Habitat destacó que las ciudades que cuentan con los límites de velocidad más bajos animan a prescindir del vehículo y optar por caminar e ir en bicicleta. Y esto, a su vez, hará que disminuya la contaminación del aire y las emisiones de CO2; lo que supondrá mayores beneficios para la salud de los ciudadanos.
