Uso de sensores, vehículos eléctricos ligeros y autoregeneradores de carreteras son algunas propuestas
Se estima que, para el año 2050, alrededor del 70% de la población habite en ciudades, por lo que se tendrá la necesidad de cambiar drásticamente la transportación. Existen propuestas de transporte tecnológico que visualizan cambios que pueden ocurrir durante los próximos 30 años.
La primera es un estacionamiento para vehículos autónomos, privados o compartidos, que permita que estos medios dejen a sus pasajeros en el punto de destino deseado, para luego estacionarse por sí solos en algún terreno y de esta manera convertir la propiedad privada de primer nivel en un espacio público.
Empresas como Amazon, UPS y Google realizan pruebas en los cielos con drones a fin de que se realicen entregas de paquetes. Ésta no es sólo una propuesta comercial, además es humanitaria, ya que los drones también son probados para transportar vacunas y otros recursos médicos dentro de áreas rurales.
Los sensores también son un manifiesto a futuro, ya que analistas predicen que para el año 2020 existirán cerca de 21 billones de cosas, por ello el uso de sensores en vehículos, edificios, semáforos y caminos permitirán abastecer información en tiempo real y de esta manera agilizar el flujo de tránsito, prevenir accidentes y salvar vidas.
Otra propuesta es habilitar estaciones eléctricas de carga, porque, de acuerdo con un estudio realizado por el Consejo Nacional de Defensa de Recursos y el Instituto de Investigación de Energía Eléctrica de Estados Unidos, el uso generalizado de vehículos eléctricos puede disminuir la contaminación de carbono en 550 millones de toneladas métricas anuales estimadas para el 2050.
Una más, es generar una red de vehículos electrónicos ligeros que permita recorrer distancias cortas. Actualmente, existen compañías que crean nuevos modelos de transporte que cubran los kilómetros restantes para llevar a personas de las estaciones de transportes colectivos hasta su destino final.
Para hacer de los baches algo del pasado, investigadores de la Universidad de Cambridge, de la Universidad de Bath y la Universidad Cardiff experimentan con un material que sea capaz de regenerar las carreteras por sí solas. En tanto, compañías como Scania y Solar Roadways prueban panales para crear redes eléctricas o cargar vehículos eléctricos.
Por último, proponen gestar rutas dinámicas con el número de trenes, autobuses o barcos en contraste al requerimiento del usuario. Proyectos como el de la Universidad de Tokio que desarrolló autobuses de baja demanda que son controlados por el usuario a través del Smartphone, pueden y son capaces de mejorar la eficiencia operacional.