Es necesario que las políticas públicas implementen acciones de movilidad sustentable, como son corredores transporte masivo o los sistemas de bicicleta pública
En los últimos 20 años, el crecimiento de la mancha urbana de la Megalópolis ha provocado que se pierda de una y hasta dos horas en el 36% de los viajes que se realizan, lo que afecta la productividad laboral y académica.
Esta situación, además, genera problemas ambientales como es el impacto de emisiones de gases del efecto invernadero, lo que provoca una mala calidad del aire y la contaminación de ecosistemas, hábitats y cuerpos de agua.
Según cifras del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), en México existen 59 zonas metropolitanas con estas características, de las cuales 30 tienen más de 500,000 habitantes y concentran al 47.5% de los mexicanos, además que hay un total de 2,375 localidades urbanas de más de 2,500 habitantes que concentran el 77% de la población.
Es por ello que la movilidad vial puede llegar a colapsar, ya que la necesidad de acceder a bienes y servicios para la subsistencia es lo que define la movilidad urbana, por lo que, si no hay un crecimiento ordenado de las ciudades, se corre el riesgo de saturar las vías de comunicación.
De acuerdo con el Análisis de Movilidad Urbana del Banco de Desarrollo de América Latina, los factores principales que interfieren en la movilidad de la ciudadanía son: el ingreso, el género, la edad, la ocupación y el nivel educacional. Además, la disponibilidad de transporte motorizado impacta fuertemente en los hogares y puede ser considerado un factor asociado al nivel de ingreso.
Por ello, es necesario que las políticas públicas implementen acciones de movilidad sustentable, como son corredores transporte masivo o los sistemas de bicicleta pública donde exista demanda de movilidad, también es preciso establecer criterios de diseño, zonificación y planeación urbana en función de la capacidad de una zona para la movilidad sustentable para aumentar los viajes en transporte público y transporte no motorizado.
Cabe mencionar que de acuerdo con el artículo 18 de la constitución, la CDMX otorga prioridad a los peatones y conductores de vehículos no motorizados y así fomentar una cultura de movilidad sostenible.