Aunque ocupa el tercer lugar en el ranking nacional de ciclociudades las nuevas construcciones pensadas para la bicicleta no logran que la ciudad avance en el tema
El ranking de ciclociudades es una iniciativa que inició en México en 2013 y fue diseñada conjuntamente con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP por sus siglas en inglés) y la BiciRed (Red nacional de Ciclismo urbano). El ranking califica las ciudades tomando en cuenta indicadores como seguridad vial, uso de la bicicleta, infraestructura, presupuesto, promoción y educación, planeación y capacidad institucional.
Bernardo Baranda, actual director del ITDP para Latinoamérica, consideró que aunque Puebla va por buen camino, el hecho de construir ciclopistas elevadas no es lo más recomendable. “Lo mejor es tratar de buscar soluciones a nivel (de piso), que además son menos costosas”, comentó.
Baranda agregó que en general lo ideal es que la estructura para el ingreso ciclista sea a nivel de calle, y en dado caso poner semáforos. “Sí, en ciertos casos excepcionales pues sí puede haber quizá un cruce a desnivel pero en general no es lo que recomendamos, y en dado caso sería más interesante que sean los automovilistas los que vayan por abajo, o sea un desnivel deprimido”.
Xavier Treviño, ex director del ITDP para México, concordó con que hay ocasiones en que las ciclovías deben ser elevadas en casos específicos como ríos, cruce de autopistas o vías del tren, pero lo ideal es que el carril para los ciclistas sea accesible.
Explicó que las ciclovías elevadas generan un impacto negativo en el usuario, y que existen soluciones técnicas a nivel de calle, como poner el carril ciclista del lado derecho, lo que hace que los usuarios entren y salgan sin problema del punto de origen a su destino, sin tener que ingresar a un camellón ni sortear el tráfico de vehículos motorizados.
Por su parte, Bernardo Baranda explicó que no basta sólo con construir ciclovías, sino que estas conformen una red, que es lo que le da mayores puntos a las ciudades. Es decir que se conecten entre ellas para que la movilidad entre distintos puntos de la ciudad sea más fácil y sea una realidad.
Aunque en Puebla se está invirtiendo más dinero que en la propia Ciudad de México para la infraestructura de vehículos no motorizados, dijo Treviño, esto no quiere decir que la cantidad de dinero sea proporcional a los kilómetros construidos.