Según ONU-Habitat, en las próximas cinco décadas la mayor parte de la expansión de las ciudades se producirá en los países de bajos ingresos
Maimunah Mohd Sharif, directora ejecutiva de ONU-Habitat, aseguró que el futuro del planeta y de la humanidad se determinará en las ciudades. Por ello, destacó la urgencia de prestar más atención a la planificación y gestión de las urbes y asentamientos humanos; a fin de crear una mejor calidad de vida para las 8,000 millones de personas que habitan el mundo.
“El mundo tardó 125 años en pasar de 1,000 a 2,000 millones de personas; pero sólo le tomó 12 años en pasar de 7,000 a 8,000 millones. Cada vez somos más. Tenemos diversidad, infinitas oportunidades y múltiples posibilidades; sin embargo, nuestros retos y problemas no sólo se multiplican, sino que se intensifican”, señaló.
Sharif recordó que, actualmente, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, y para 2050 esta cifra alcanzará el 70%. Y pese a que el futuro de la humanidad es sin duda urbano, esto no es uniforme en todas las regiones del planeta.
En los países del norte global ya se ha estabilizado y ralentizado el proceso de urbanización; por lo que las prioridades clave para el futuro de las ciudades incluyen la gestión de la diversidad cultural, la mejora y modernización de las infraestructuras deterioradas, la resolución del problema de las ciudades en declive y la atención a las necesidades de la población mayor.
Pero, por otro lado, las ciudades y los asentamientos humanos del sur global luchan con diferentes desafíos; tales como el aumento de la pobreza, asentamientos informales, altos niveles de desempleo y falta de servicios básicos.
Además, según datos de ONU-Habitat, en las próximas cinco décadas la mayor parte de la expansión urbana se producirá en los países de bajos ingresos; donde se producirá un crecimiento del 141%. En tanto, los países de renta media baja y alta sólo experimentarán un crecimiento del 44% y del 34%, respectivamente.
En este sentido, Mohd Sharif resaltó la importancia de la planificación urbana y territorial, la asignación de recursos y las habilidades técnicas para el futuro de las ciudades y del planeta.
“El crecimiento urbano debe planificarse y no conducir a la superpoblación o a una expansión insostenible. Para ello, las ciudades pequeñas y medianas necesitan recursos y formación para formar especialistas. También debemos considerar la adopción de un nuevo contrato social universal que estipule ingresos básicos, cobertura sanitaria y vivienda”, concluyó.