“El hecho de que en algunas zonas se haya mejorado la infraestructura para ciclistas, no necesariamente se ha traducido en menores accidentes”
De acuerdo con José Antonio Olvera Andrade, académico del Instituto de Ingeniería (II) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el empleo de bicicletas y motocicletas se ha incrementado en los últimos años en la Ciudad de México.
Sin embargo, el experto aseveró que esto ha generado nuevos problemas para la movilidad urbana, pues, ante la falta de mayor educación vial, ha aumentado el número de accidentes entre ciclistas y vehículos motorizados.
Olvera recordó que, de 2002 a la fecha, se han logrado avances importantes en materia de infraestructuras ciclista en la metrópoli, con la construcción de ciclovías, ciclocarriles o carriles compartidos con el transporte público, además de senderos recreativos, biciestacionamientos y cicloestaciones de Ecobici.
Sin embargo, mencionó que estos esfuerzos se concentran básicamente en el centro de la ciudad, lo cual no resuelve el problema de movilidad en la periferia, donde los riesgos de accidentes siguen latentes.
El experto apuntó que, después de los peatones, los ciclistas se ubican entre la población más vulnerable al circular por las calles de la ciudad, y el hecho de que en algunas zonas se hayan realizado adecuaciones viales para mejorar la infraestructura para ellos, no necesariamente se ha traducido en menores accidentes por choque, caída y atropellamiento.
Y lo anterior podría relacionarse con la forma de conducir de los ciclistas, es decir, si no utilizan la infraestructura que hay en las vialidades, tampoco manejan con la protección mínima como el casco, o circulan a exceso de velocidad o de manera impudente.
“Con frecuencia exigen ese derecho y quieren ganar ese terreno en las arterias, pero desafortunadamente no hay capacitación ni existe un reglamento para que conozcan sus obligaciones y derechos”, señaló.
En ese sentido, Olvera destacó la necesidad de reducir el número de accidentes para que el empleo de la bicicleta sea alternativa real que contribuya a mejorar la movilidad en las ciudades. Y para ello, debe ser obligatorio el examen de manejo como requisito indispensable para obtener la licencia de conducir.
De igual forma, comentó que es necesario poner en marcha novedosas políticas públicas que vayan más allá de imponer multas, sino que se enfoquen en fortalecer una verdadera cultura de educación en seguridad vial.
“Información estadística sobre el número y tipo de sucesos que se registran entre ciclistas y vehículos automotores es incompleta, limitada y fragmentada, lo cual impide contar con análisis adecuados para realizar la correcta actualización de los reglamentos de tránsito o mejoras en la política de movilidad que consideren estas nuevas realidades”, dijo.