En México, la industria automotriz es una de las dos principales dentro del sector de las importaciones, destacó el diputado José Salvador Rosas Quintanilla
El diputado José Salvador Rosas Quintanilla llamó a exhortar a las secretarías de Economía (SE) y de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a incentivar la industria automotriz nacional, específicamente el mercado interno de tractocamiones, vehículos pesados y especiales, nuevos.
Lo anterior, con el propósito de renovar el parque vehicular y cumplir con los estándares de calidad, apegados a las demandas de tratados comerciales como el T-MEC.
Asimismo, el diputado propuso fortalecer los controles de calidad en las importaciones de este tipo de vehículos que provengan de Estados Unidos, ya que muchas de estas unidades cuentan con una antigüedad de casi dos décadas, por lo que están sujetas a estándares distintos a los actuales.
De acuerdo con Rosas Quintanilla, en México, la industria automotriz es una de las dos principales dentro del sector de las importaciones, junto con la alimentaria. En el primer cuatrimestre de 2019, el envío al extranjero de vehículos pesados producidos en México creció 32.83% en contraste con cifras del año anterior, y en el caso de los autobuses, camiones de carga y las unidades especiales, para 2017 el país aumentó 7.6% sus exportaciones globales de vehículos pesados.
La relación comercial en este sector con Estados Unidos registra superávits de exportaciones por 29,172 millones de dólares en camiones, autobuses y vehículos especiales, y de 26,207 millones de dólares en autopartes. Además, de 2008 a 2017, la venta de camiones, autobuses y vehículos estadounidenses se incrementaron 261.7%, llegando a registrar beneficios por 30,443 millones de dólares.
Sin embargo, hasta mediados del año pasado, por cada 100 tractocamiones que se vendían en el país, 38 eran usados y de importación, situación que denota un problema entre la producción, el control de las importaciones y el consumo interno.
“A pesar de tener números productivos positivos, la incapacidad de situar la producción local en el mercado de origen implica que los costos para ello son inaccesibles o poco convenientes para la población consumidora en México. La falta de incentivos y recursos para la adquisición de unidades nuevas ha orillado a los consumidores a buscar mejores opciones. Por ello, la importación ha ido en aumento”, señaló el diputado.
Tales vehículos, agregó, son los que operan con regularidad en los caminos nacionales, provocando daños al ambiente y mayores consumos de energéticos y, por lo tanto, altos costos para afrontar la coyuntura ambiental y la edificación de un mercado local.
Una reconfiguración en la industria automotriz nacional, que implique tener unidades de origen y uso nacional o de importación nuevos, se empalmaría con la pretensión de establecer una red carretera de alta calidad para conformar un sistema de transporte comercial competitivo y productivo.