Olga Sánchez Cordero expuso ante líderes del mundo la propuesta que impulsa el Senado mexicano para establecer un Sistema Nacional de Cuidados
Durante su participación en la Audiencia Anual de la Unión Interparlamentaria (UIP), la presidenta del Senado de la República, Olga Sánchez Cordero, afirmó que revertir la desigualdad social debe ser una prioridad para los parlamentos.
“Desde hace mucho tiempo enfrentamos el reto de corregir y revertir los desequilibrios sociales, laborales y económicos; que han perdurado al paso de muchos años, y que la pandemia originada por la Covid-19 ha hecho aún más visibles”, dijo.
La senadora agregó que estas desigualdades afectan en mayor medida a las personas más pobres y vulnerables, especialmente a niñas, niños, jóvenes y mujeres.
No obstante, destacó que sí es posible erradicar las causas que han agravado la desigualdad, la exclusión social y laboral; mismas que impiden el desarrollo y progreso de nuestras poblaciones.
“Lo es si pensamos en soluciones que empoderen, que otorguen herramientas para la vida de las personas, y les provean de capacidades”, indicó.
Por ello, los legisladores de México han buscado garantizar el cumplimiento de los derechos de las mujeres y niñas. Tales como el derecho a una vida libre de violencia y el reconocimiento de pueblos y comunidades afrodescendientes; además de la protección y seguridad social de las personas trabajadoras del hogar y una mayor protección de las niñas y mujeres víctimas de violencia.
En este sentido, Sánchez Cordero expuso ante líderes del mundo la propuesta que impulsa el Senado mexicano para establecer un Sistema Nacional de Cuidados. Esto para compensar económicamente a las mujeres que se dedican a cuidar de las personas adultas mayores, enfermos, personas con discapacidad y a menores.
“La propuesta es crear un sistema de cuidados como una opción profesional para las personas. Una forma de empoderamiento, no sólo en cuanto a ingreso, sino en capacitación para el cuidado de adultos mayores, para la estimulación temprana de niños y niñas, para la educación de la primera infancia, y para favorecer la autonomía de personas con discapacidad y el tratamiento de los enfermos”, explicó.
Asimismo, indicó que el propósito de esta propuesta es de revertir los efectos negativos que esta actividad tiene para las mujeres, niñas y jóvenes; como lo es la sobrecarga en la atención, la deserción escolar, la pérdida de empleo, la pobreza y la inequidad en el ingreso.
De esta manera, los derechos y oportunidades de las mujeres se verán acrecentados; pues son ellas las que dedican gran parte de su tiempo a este tipo de cuidados, en sus entornos familiares y sus comunidades.
Finalmente, Olga Sánchez Cordero mencionó que se requiere encontrar formas nuevas de articular, reconocer, reducir y redistribuir las cargas de trabajo y de cuidados. Esto mediante la creación de becas o incentivos económicos, para que puedan dedicarse a estas funciones sin perder sus empleos o sus estudios.
