440 árboles han sido talados en predios de Cuajimalpa, cuyo territorio es considerado zona de conservación en un 80%
Tras una inspección ocular de los trabajos de construcción del Tren Interurbano México-Toluca, el delegado de Cuajimalpa, Miguel Ángel Salazar Martínez y el asambleísta Adrián Rubalcava Suárez propusieron establecer una mesa de negociación para puntualizar las tareas de mitigación de daños causados por las obras.
En la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), los funcionarios señalaron que en el predio El Ocotal, se constató la tala de aproximadamente 440 árboles, acción considerada como un ecocidio indiscriminado.
A raíz de ello, solicitaron tanto al gobierno local como al federal acreditar permisos de cambio de uso de suelo, los cuales permiten realizar tales trabajos de deforestación e informar cómo tienen planeado reducir el deterioro causado en el lugar.
Rubalcava y Salazar manifestaron que hasta ahora, el daño abarca 400 metros de largo por 8 de ancho en los bosques de Cuajimalpa, dado que el 80% de la delegación es considerada zona de conservación por ser uno de los principales pulmones de la ciudad y de recarga de mantos acuíferos. Asimismo, declararon que la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México informó que ha contemplado un presupuesto de 480,000,000 de pesos para acciones de mitigación en las delegaciones Álvaro Obregón y Cuajimalpa.
No obstante, afirmaron que al momento no hay certeza de cómo serán utilizados tales recursos, por lo que solicitaron que se dé a conocer la Manifestación de Impacto Ambiental expedida por la Secretaría de Medio Ambiente local. Se reiteró que de no acreditar la legalidad de las obras, como medida de seguridad, se exigirá la suspensión inmediata de la construcción del Tren Interurbano México-Toluca.