La mancha urbana crece marcadamente desde la mitad del siglo XX, por lo que el planeta se dirige a tener una población cada vez más urbanizada que requerirá de mayores recursos para satisfacer sus necesidades
En el marco de la mesa redonda “Las ciudades y los nexos del agua, energía y ambiente”, organizada por el Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM, expertos de diversas disciplinas señalaron que la demanda de agua y energía para satisfacer las necesidades de poblaciones urbanas esta aumentando considerablemente.
En este sentido, Gian Carlo Delgado Ramos, académico del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), subrayó que las ciudades son espacios altamente demandantes de recursos; agregó que la mancha urbana crece marcadamente desde la mitad del siglo XX, por lo que el planeta se dirige a tener una población cada vez más urbanizada.
De igual forma, el especialista destacó que en el mundo 70% de las personas vive en alguna ciudad; en el caso de México 78% de la población radica en metrópolis; por lo que esta tendencia se agudizará debido a que las ciudades medianas y pequeñas tendrán un papel cada vez más importante.
“Dada la complejidad de la transformación y crecimiento de la mancha urbana, se requiere construir capacidades robustas, aspecto en el que tenemos una gran brecha en México; necesitamos construir nuestros modelos de gobernanza adecuados a cada territorio y contexto local”, enfatizó Delgado Ramos.
Ciudades consumen la mayoría de los recursos naturales
El evento tambien contó con la participación de Marina Robles García, secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México, quien expuso que aunque aproximadamente solo el 3% del territorio del planeta está ocupado por ciudades, son estas las que consumen la mayoría de recursos naturales y de energía; además de ser las emisoras de la mayor cantidad de contaminantes en la tierra.
Al respecto, Omar Masera Cerruti, especialista del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la UNAM, destacó que las ciudades son responsables del consumo de 70% de energía, así como del 75% de emisiones de CO2 relacionadas con ésta; además, indicó que de 10 a 20% de electricidad se utiliza en el sistema alimentario.
“Energéticamente y en recursos materiales, las metrópolis no son sustentables, razón por la cual uno de los retos es vincular las áreas rurales a las urbanas, ya que no pueden planearse de manera independiente; no hay futuro global sin un rediseño de las ciudades y su relación con el entorno rural“.
Importancia del agua
A su vez, Michela Miletto, coordinadora y directora del Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos de la Unesco, manifestó que las tendencias globales de crecimiento poblacional y urbano, así como el aumento del nivel de vida, incrementarán la demanda de agua, alimentos y energía.
Añadió que la amenaza del cambio climático tendrá impactos en la disponibilidad de agua, los ecosistemas, medio ambiente y producción de alimentos.
El desafío es reconocer y reconciliar las competencias entre las diferentes demandas sobre los recursos hídricos en el nexo agua-energía, abundó.
Por su parte, Fernando Jorge González Villarreal, académico del II, manifestó que la seguridad hídrica incluye cuatro elementos básicos: garantizar acceso al agua potable en cantidad y calidad adecuadas, asegurar el recurso para los ecosistemas, promover su abastecimiento para las actividades productivas, y salvaguardar esas condiciones, incluso ante efectos hidroclimatológicos extremos, como el cambio climático.
El experto también se refirió a la alternativa sustentable para el desarrollo hidráulico de la cuenca del Valle de México la cual, dijo, es evitar que el agua limpia se utilice en la agricultura, reducir el uso del vital líquido en la industria y minimizar las pérdidas; para de esta forma, terminar con la sobreexplotación de los acuíferos en los próximos 15 años.
Finalmente, Antonio Embid Irujo, jurista de la Universidad de Zaragoza, España, aseveró que la relación entre el vital líquido, energía y ambiente es la investigación de altura, pero también gestión y decisión, que puedan traducirse en medidas efectivas en la práctica.
Para ello, el experto señaló que es necesario atender tres círculos de interés fundamentales: ley, organización y decisión, cada una con características específicas.