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Cómo construir una ciudad más caminable, sostenible y segura

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De acuerdo con ONU-Habitat, para convertir a la ciudad en un espacio para caminar es necesario ofrecer mejores espacios públicos para los habitantes

Una ciudad que invite a sus habitantes a caminar por sus calles es una ciudad mucho más vital, sostenible, sana y segura, aunque alentar a las personas a caminar ha resultado todo un reto. Sin embargo, de acuerdo con ONU-Habitat, el programa de las Naciones Unidas para los asentamientos humanos, la buena planificación urbana es determinante para influir en los patrones de uso y comportamiento en la ciudad.

El organismo expone seis puntos clave para lograr construir una ciudad caminable:

  1. Fomentar la movilidad verde

Cuando una persona se mueve por la ciudad caminando o en bicicleta para realizar sus actividades diarias, se beneficia la salud y la economía de la urbe, además del medio ambiente, ya que se reduce el consumo de recursos, se limitan las emisiones de carbono y disminuyen los niveles de ruido.

  1. Potenciar la vida entre edificios

Entre los edificios que alberga una ciudad se puede realizar una gran cantidad de actividades, tales como caminatas, paseos, conversaciones y encuentros, ejercicios, bailes, intercambios comerciales o espectáculos callejeros. “Caminar es mucho más que solo circular. Es una experiencia que permite vivir la ciudad en toda su diversidad”.

  1. Impulsar actividades recreativas

En la vida de los ciudadanos existen dos tipos de actividades: las obligatorias y las recreativas, que son opcionales y más placenteras. Los espacios urbanos de calidad son requisitos importantes para propiciar actividades al aire libre.

  1. Veredas más anchas

Ensanchar las veredas, o banquetas, plantar árboles nuevos para proveer de sombra el camino, organizar exposiciones de arte en la calle y contar con iluminación nocturna son aspectos esenciales que incentivan a los habitantes a caminar y a permanecer en la ciudad.

  1. Mejorar el mobiliario urbano

Renovar el mobiliario citadino puede contribuir a crear en las personas patrones de comportamiento nuevos. Por ejemplo, hace algún tiempo, en la ciudad de Oslo, Noruega, las viejas banquetas fueron reemplazadas por modelos nuevos que tenían una capacidad de más del doble que las anteriores, lo que incrementó su uso; además, encuestas hechas antes y después de esta iniciativa revelaron que la utilización de los bancos por parte de la gente aumentó casi en la misma proporción.

  1. Edificios para ser vistos en la planta baja

De acuerdo con ONU-Habitat, cuando las personas caminan, suelen inclinar la cabeza 10 grados hacia abajo para prestar atención a cualquier obstáculo, sin embargo, con este campo de visión horizontal normalmente solo se aprecia lo que ocurre en la planta baja de los edificios. En este sentido, si las fachadas cuentan con una variedad de detalles en este nivel, los paseos por la ciudad serán abundantes en sentido y en experiencias.

El organismo afirma, además, que para convertir a la ciudad en un espacio para caminar es necesario ofrecer mejores espacios públicos para sus habitantes, así el uso se incrementará, sin importar las diferencias de lugar, cultura, clima, o situaciones económicas y sociales.

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Fernanda Hernández

Reportera y redactora en Centro Urbano. Soy egresada de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (UNAM). Me interesa la cultura, el urbanismo y la arquitectura. Amante del mundo digital, el cine, la música, la lectura y la escritura.


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