Actualmente el 55% de la población mundial habita en grandes ciudades y se calcula que en 2030, 90% de los mexicanos vivirán en ellas
En el marco de el seminario permanente “Ciudades sostenibles ante el cambio climático”, organizado por el PUEC y el CRIM de la UNAM, Verónica Patraca Dibildox, líder de proyecto en Greenpeace México, expuso que las problemáticas que trae consigo la sobrepoblación y el crecimiento de las grandes urbes a nivel mundial .
En este sentido, la ambientalista advirtió que las interacciones entre el cambio climático, el efecto de isla de calor urbano y la contaminación del aire, aumentarán el riesgo de mala salud humana en las ciudades a mediados del siglo XXI.
Al respecto, indicó que en México 9,300 muertes anuales están asociadas a la contaminación del aire, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Asimismo, señaló que actualmente el 55% de la población mundial habita en grandes ciudades y se calcula que en 2030, 90% de los mexicanos vivirán en ellas; lo anterior, dijo, debe obligar a que las metrópolis cambien sus sistema de producción y consumo convencional para frenar la crisis climática.
“Es necesario que se establezcan y cumplan políticas que defiendan la calidad del aire, los espacios urbanos, una movilidad más allá del automóvil y un sistema de alimentación sostenible y local para conseguir ciudades seguras, justas, resilientes y sostenibles en el tiempo”, apuntó.
Desigualdad y consumismo contaminan
Al mismo tiempo, Patraca Dibildox explicó que los impactos ambientales están vinculados al modelo tradicional de consumo masivo y se distribuyen de manera desigual entre las naciones y la población; esto, debido a que solo el 10% de las personas con mayor ingreso a nivel mundial son responsables de entre el 25 y el 43% del impacto ambiental.
En el caso de México, detalló que el país sufre anualmente de grandes afectaciones climáticas, pero también económicas, debido al sobreconsumo en fechas como El Buen Fin o las fiestas decembrinas.
“En poco más de 50 años cada mexicano pasó de tener un crédito ecológico de alrededor de dos hectáreas globales, a un déficit de 1.4 hectáreas globales”, señaló.
De igual forma, planteó que dicha afectación económica se puede vislumbrar en el costo que el país tuvo que asumir en 2018 por los daños ambientales, el cual representó 4.3% del Producto Interno Bruto (PIB).
Plantean soluciones
Ante este panorama, la especialista afirmó que Greenpeace México propone acciones y trabajo colaborativo de las organizaciones sociales, como la socialización de experiencias y estilos de vida distintos que exploren alternativas de consumo autogestivas y locales.
Finalmente, recordó que como parte de estos trabajos colaborativos, Greenpeace y varias organizaciones civiles realizaron monitoreos ciudadanos de calidad del aire en siete de las zonas metropolitanas más contaminadas de la nación y participaron en la actualización de cinco Normas Oficiales Mexicanas.