“Cuanto antes comencemos a modernizar los edificios existentes y a construir otros nuevos que puedan resistir el cambio climático, mejor”, destacó ONU-Habitat
ONU-Habitat, el programa de las Naciones Unidas para los asentamientos humanos, indicó que el cambio climático puede alterar las condiciones ambientales en las que los edificios están diseñados para funcionar.
Esto debido a que los edificios se diseñan y construyen de acuerdo con los parámetros del clima de cada ciudad. Es decir, según el rango de temperaturas, lluvia, nieve y viento; además de cualquier problema geológico como terremotos, hundimientos y niveles de agua subterránea.
En ciertas épocas del año, dichos parámetros pueden excederse; lo que causa daños leves en las construcciones, como desprendimiento de tejas por fuertes vientos o inundaciones en temporada de lluvias. Pero, una vez que ha pasado el evento, el daño se puede reparar.
Sin embargo, el cambio climático genera condiciones en las que estos parámetros se excederán cada vez con más frecuencia y en un grado mucho mayor. Además, ONU-Habitat mencionó que algunos cambios, como el alza en la temperatura y la humedad promedio del aire se volverán permanentes.
De esta manera, los edificios urbanos serán más propensos a sobrecalentarse, lo que pondrá en riesgo la vida de sus ocupantes.
Asimismo, el cambio climático puede causar efectos adversos en las funciones centrales de los edificios e infraestructura urbana, como:
Termitas y asfalto que se derrite
El aumento de las temperaturas y las lluvias permitirá la proliferación de algunos insectos. Tal es el caso de las termitas, que se alimentan de madera y pueden causar daños estructurales importantes.
De igual manera, las temperaturas extremas pueden hacer que los metales se expandan y se doblen, o que el asfalto se derrita; lo que hace que las carreteras ‘sangren’, un problema de seguridad que reduce la rugosidad de la superficie, necesaria para el tránsito seguro.
Hundimientos
Debido a los cambios en los patrones de lluvia, se espera que los hundimientos bajo algunas estructuras cedan; lo cual provocará que los edificios se agrieten o colapsen.
Las construcciones con cimientos en suelos arcillosos son particularmente vulnerables; ya que los suelos se hinchan cuando absorben agua, luego se endurecen y se encogen a medida que se secan.
Cáncer del concreto
ONU-Habitat señaló que una de las mayores preocupaciones son las afectaciones que el cambio climático tendrá sobre el concreto armado; ya que es uno de los materiales más utilizados en la industria de la construcción global.
La agencia explicó que un clima más cálido y húmedo causará estragos en la durabilidad de este material. Cuando el acero dentro del hormigón se moja, se oxida y se expande, agrietan el hormigón; lo cual debilita la estructura en un proceso que se denomina ‘cáncer del concreto’.
“Nuestra única opción es comenzar a adaptar los edificios para cumplir con los parámetros cambiantes en los que están operando. Cuanto antes comencemos a modernizar los edificios existentes y a construir otros nuevos que puedan resistir el cambio climático, mejor”, destacó ONU-Habitat.