En la Ciudad de México se realizan una gran cantidad de obras, todas ellas necesarias para dar respuesta a las demandas de la población en materia de salud, movilidad, vivienda, educación, luz, agua, drenaje, telecomunicaciones, gas, entre otras
Ante esta situación, la Agencia de Gestión Urbana de la Ciudad de México (AGUCDMX) ha socializado -en lo que va del año- información de dos mil registros de trabajos de obra, lo que ha contribuido a fortalecer los mecanismos de comunicación y coordinación entre los entes públicos y privados que ejecutan intervenciones en la vía pública.
El titular del organismo, Fernando Aboitiz Saro, detalla que a través de la Dirección General de Estrategia y Funcionalidad Urbana, se solicita información relativa a los planes, programas, proyectos, obras y/o intervenciones que han decidido llevar a cabo los diferentes entes públicos locales y federales, así como también se requieren los datos sobre las Licencias de Construcción Especial que expiden las delegaciones por gestión de las empresas.
Con ello –agrega- se conforma una base de datos que es actualizada y enviada mensualmente a las diferentes instancias gubernamentales, a fin de que se utilice como fuente de consulta básica para sincronizar y coordinar las intervenciones en la vía pública en la ciudad, contribuyendo a evitar duplicidades, dispersión y/o desfase en el desarrollo de las obras programadas.
Aboitiz Saro sostiene que si bien el proceso de recopilación, estandarización y socialización de dicha información representa un gran avance del Gobierno capitalino, es necesaria la creación de un Registro Electrónico de Intervenciones en la Vía Pública, de carácter obligatorio para entes públicos y privados.
Dicho propuesta de registro se contempla dentro de la iniciativa de Ley de Servicios Urbanos del Distrito Federal, que en breve se propondrá a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF). Se trata de que la ciudad cuente con un registro único de las intervenciones que se realizan en la vía pública, que propicie el conocimiento y la actuación oportunos de las acciones vinculadas a la obra pública, al uso y aprovechamiento del subsuelo, y a la prestación de los servicios públicos urbanos, enfatiza Aboitiz Saro.
Añade que, con una adecuada herramienta tecnológica y de uso obligatorio para todos aquellos que lleven a cabo obra, se optimizaría la coordinación de las intervenciones, se reduciría el impacto que conlleva a la movilidad y la funcionalidad de la vía pública, y se facilitaría la comunicación e interacción con los sectores privado y social.
El objetivo de la AGU es que se comience a visualizar a la Ciudad de México a largo plazo, no a 20 años sino a 100, para trazar un plan estratégico de ciudad y trabajar para llegar ahí, finalizó.