La medida reduciría los costos de una construcción e impulsaría una movilidad más sustentable
En la ciudad de México se debe ir incentivando la construcción de oficinas y desarrollos tanto habitacionales como comerciales, pero reduciendo considerablemente la cantidad de cajones de estacionamiento para dar paso a una movilidad sustentable, haciendo a un lado al automóvil para bajar la emisión de contaminantes y los traslados, según opinan especialistas, mientras que la reducción de costos en la construcción podría generar viviendas más accesibles para las familias.
Las delegaciones que concentran el mayor número de cajones en la capital por la cantidad de oficinas y comercios que poseen están la Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Cuauhtémoc y en Álvaro Obregón.
Hasta finales de 2013, se estimaba que había 304 mil 510 cajones de estacionamiento públicos en el Distrito Federal, reveló un estudio hecho por la Universidad Nacional Autónoma de México y se calcula que una cifra similar corresponde a los lugares privados.
Germán Ahumada, director general de Consorcio ARA, opinó que es una buena idea, la cual es una realidad en muchos países, pero culpa a la costumbre para que las personas no dejen el automóvil, sobre todo en la capital y las de más alto nivel económico, por lo que las solicitudes de cajones de estacionamiento siempre están a la orden del día.
“Ahorita nosotros no hemos estado buscando eso porque la gente en muchos lados nos pide un lugar adicional y estamos hablando de vivienda de otros niveles, ya que no estamos haciendo vivienda menor de un millón de pesos. Creo que si debe haber esa posibilidad. Si el desarrollo está localizado cerca del metro o en una zona central, creo que es una buena opción. Vemos que hay muchos países del mundo que funcionan perfectamente sin estacionamientos”.
Por su parte Rafael Valdivia, asesor en la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Distrito Federal (Seduvi), aceptó que al interior del organismo buscan reducir el uso de los vehículos, promoviendo una movilidad sustentable y ven en esta medida un apoyo para lograr el cambio.
“Es un tema que es nodal en la discusión de la construcción de la vivienda. Nosotros estamos por fomentar el uso muy racional del automóvil, sobre todo en las áreas donde sabemos que existe una oferta de transporte público. Sabemos también que esta oferta de transporte público tiene que ser mejorada y reforzada con mejores servicios, y es la vía por la cual vamos a evitar los grandes tiempos de traslado, los grandes de procesos de contaminación vehicular, las aglomeraciones y sobre todo la irracionalidad del uso del espacio público”.
Rafael Valdivia añadió que fomentar vivienda, vivienda de interés social, media o residencial con restricciones al uso de vehículo, “para nosotros podría ser una piedra de inflexión sobre el cambio del tipo de política urbana que queremos para una mejor metrópoli como ésta. Uno de esos elementos que queremos provocar es justamente la redensificación, si nosotros producimos una redensificación controlada en áreas bien servidas, en materia de infraestructura de transporte, podremos evitar muchos viajes”.
Puso como ejemplo algunas prácticas a nivel internacional: “en muchas ciudades del mundo, en la oferta de estacionamientos es limitada, podríamos decir que es prácticamente a cero y en Estados Unidos, sale más caro construir un estacionamiento que apoyar la infraestructura de transporte. Entonces esta tendencia, en el corto o mediano plazo es muy probable que en algún momento la ciudad de México la tenga muy reflejada en reglamentos constructivos”.
En CTS Embarq México, Fernando Páez, su experiencia como director de Transporte le dice que una ciudad tiene que construirse de acuerdo con las necesidades de crecimiento poblacional y uso de suelo.
“En realidad lo que ha pasado en ciudades como el Distrito Federal, es que se han ido dispersando y los desarrollos de vivienda se van dando donde se pueda, pero principalmente en la periferia y eso ha generado un problema porque esos desarrollos de vivienda, no tienen transporte público y se incrementa el número de uso de vehículos particulares”, comentó.
Para él, la solución es “poner especial atención en el tema de dónde está el desarrollo de ciudades, que indique exactamente cómo quiere que funcione la ciudad en términos de la prestación de bienes y servicios. Creo que es importante que muy rápidamente se cuente con un plan de desarrollo urbano de la ciudad que tenga una visión de ciudad que genere exactamente cuál es la ciudad que queremos y cuál es la infraestructura de servicios de movilidad que requiere, tanto en vialidades como en servicios”.
Acciones de Gobierno
Recientemente el Gobierno del Distrito Federal publicó en la Gaceta Oficial, la aprobación del Programa Integral de Movilidad (PIM) con el objetivo de desincentivar el uso del automóvil y darle prioridad a peatón, ciclistas, y a los usuarios del transporte público.
A través de este programa la Secretaría de Movilidad (Semovi) buscará regular la construcción de cajones de estacionamiento basado en seis ejes estratégicos, 27 metas y más de 200 acciones para mejorar el transporte público de la ciudad de México y la experiencia de viaje de los peatones.
La nueva Ley de Movilidad busca cambiar en el Reglamento para Construcciones del Distrito Federal es no volver obligatorio el otorgar espacios para los vehículos, ya que para un departamento de más de 65 metros cuadrados y hasta 120 metros cuadrados se otorga 1.5 estacionamientos por vivienda y en el caso de las oficinas de más de 80 metros cuadrados sería un cajón por cada 30 metros cuadrados construidos.
El diputado Carlos Hernández Mirón, considera que los cambios se pueden ir desarrollando poco a poco en la ciudad de México, pero poniendo énfasis en las nuevas propuestas de movilidad.
“Es una situación cultural, sin duda. Nosotros tenemos que ir transformando la concepción y afortunadamente en la ciudad de México ha sido pionera en todo el país en uso de transporte alternativo como es la bicicleta. Me parece que tenemos que poner más baterías y recursos a las propuestas que van hacia la movilidad y el uso de la bicicleta”.
Recordando a la Norma 26
Para incentivar la construcción de vivienda sustentable, de interés social y popular, cuyo precio final de venta, sea de 20 o hasta 30 veces el salario mínimo anualizado, se creó la ahora suspendida Norma 26.
En todos los proyectos siempre se buscaba cumplir con áreas libres y controlando la construcción de cajones de estacionamiento dependiendo el tamaño del desarrollo.
Hernández Mirón, presidente de la Comisión de Desarrollo e Infraestructura Urbana de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, mencionó que el reducir el número de cajones de estacionamiento “es parte del espíritu” de la misma”.
La también asambleísta Miriam Saldaña Cháirez, declaró no estar a favor de esta medida. “Estoy en contra de que se permita la construcción sin estacionamientos. Es como decir, que si alguien es pobre tiene que usar todos los días molcajete y tiene prohibida la licuadora o porque alguien es pobre no puede comprarse un celular. En las unidades habitacionales que se han construido sin estacionamientos, utilizan las áreas verdes para construir jaulas para sus coches y se hacen nidos de delincuencia en muchos casos, se le quita la posibilidad a los niños y jóvenes de más espacio para su esparcimiento”.
En los próximos tres años, se estima que en la ciudad de México se construirán 1.2 millones de metros cuadrados de oficinas, que darán nacimiento de al menos 40 mil nuevos cajones de estacionamiento.
Desde el 2009, a la fecha, la tasa anual de crecimiento promedio de cajones en la ciudad de México es de 33%, considerando únicamente los grandes desarrollos de la ciudad y se estima que por cada nuevo cajón se requiere una inversión de entre 4 mil y 9 mil pesos, por lo que demandará una inversión de entre 160 y hasta 360 millones de pesos.
