Los especialistas señalaron que, pese a su crecimiento, Airbnb no representa una amenaza para el sector hotelero, pues ambos modelos de hospedaje cuentan con demanda
En los últimos años, las unidades de renta a corta estancia, como Airbnb han registrado un notable crecimiento, sobre todo en los principales destinos del país. Esto ha generado la inquietud: ¿cuál es la posición del sector hotelero frente a este modelo?
De acuerdo con información de 4S Real Estate, Airbnb no representa una amenaza para los hoteles, ya que ambos modelos de hospedaje cuentan con demanda y nichos específicos en los destinos de playa: Riviera Maya, Riviera Nayarit-Puerto Vallarta y Los Cabos.
Sobre el comportamiento del sector hotelero, Daniel Blum, regional partner occidente de 4S Real Estate, señaló que en la región de Riviera Nayarit y Puerto Vallarta se prevé un aumento de más del 50% en el inventario hotelero. Al cierre de junio, la región registraba 28,407 cuartos de hotel.
“De 2010 a 2020 se construyeron cerca de 50 hoteles. En 2025 se anunciaron cerca de 38 hoteles nuevos que se van a colocar en toda la Riviera. Eso significa que estamos prácticamente duplicando la capacidad hotelera en muy poco tiempo”, señaló.
Por su parte, Arturo Garcidueñas, regional partner sureste, destacó que gracias a la consolidación de nuevas marcas y proyectos se prevé la integración de más hoteles, así como la expansión de algunos complejos en los próximos años. La empresa explicó que en los últimos años el inventario en este destino se ha mantenido constante: en 2021 sumaba 81,577 habitaciones y ahora alcanza 87,314 unidades.
En contraste, Luis Delgadillo, regional partner noroeste de la compañía, comentó que el inventario hotelero en Los Cabos ha tenido un crecimiento discreto. Al cierre de junio alcanzó 22,521 cuartos de hotel, mientras que en 2021 sumaba 22,408.
Arturo González, regional partner occidente, explicó que, si bien el comportamiento del inventario varía en cada destino, las tres regiones presentan dinámicas similares en relación con las temporadas del año, lo que facilita la proyección del mercado.
“Los porcentajes de ocupación hotelera son muy altos en todas las regiones. Es muy curioso ver cómo, a pesar de estar en diferentes puntos del país, mantenemos la misma tendencia: tenemos las temporadas altas a principios y a finales del año, un verano más o menos por vacaciones y meses de baja. Pero si sacas el promedio, se mantiene bastante alto”, explicó.
En ese sentido, Garcidueñas subrayó que, en general, los altos niveles de ocupación impulsan la creación de nuevos proyectos.
“Hay una consolidación en la tasa de ocupación en las tres zonas. En general, en temporadas altas, prácticamente llegando a 95 o 97% de ocupación hotelera, con un promedio anual de alrededor de 80 u 85%, lo que realmente genera una necesidad de nuevas llaves, como las que se están integrando en estas zonas”, detalló.
Crecimiento de Airbnb en las playas: demanda y ocupación
Arturo Garcidueñas señaló que en la Riviera Maya el portafolio en renta para corta estancia supera las 17,000 unidades. Este modelo presenta mayor demanda los fines de semana y en temporadas altas, lo que ha permitido una estabilización en sus tarifas.
Puerto Vallarta refleja una tendencia similar, con cerca de 15,000 unidades publicadas en Airbnb y tarifas bien posicionadas. En tanto, Los Cabos suma casi 4,000 unidades, con tarifas promedio que rondan los 300 dólares por noche.
Los especialistas coincidieron en que, pese al crecimiento de este modelo en los destinos de playa, los hoteles no se verán afectados por su popularidad, ya que existe una oferta amplia para atender a ambos mercados.
Luis Delgadillo explicó que esto se debe a que los perfiles de los usuarios de cada modelo buscan experiencias diferentes.
“Airbnb se mantiene ‘al quite’, pero no está llegando a la ocupación que tienen los hoteles. El hotel trae un servicio todo incluido, una atención diferente, y el que se queda en Airbnb es muy diferente al que se queda en hotel”, comentó.
Al respecto, Arturo González resaltó que tanto el sector hotelero como la renta de corta estancia tienen oportunidades de crecimiento.
“Hoy día el mercado tiene para escoger. Hay mercado para Airbnb y hay mercado hotelero; yo creo que los dos están creciendo. Airbnb siempre juega con ocupaciones más bajas porque es un tema más de fin de semana, y el hotel con estancias mucho más largas”, señaló.
González añadió que la competitividad actual incrementa el rendimiento de las inversiones enfocadas en Airbnb.
“Cada peso que inviertes hoy en productos enfocados en Airbnb está creciendo su rendimiento anual. No sólo las ocupaciones están aumentando, también las tarifas, lo que genera oportunidades tanto para inversionistas que solo buscan rentabilidad como para quienes desean usar sus propiedades y, al mismo tiempo, obtener ingresos cuando no las ocupan.”
En cuanto al comportamiento por destino, González comentó que Puerto Vallarta cuenta con un gran inventario, con tarifas que se mantienen altas y un crecimiento de 8%. Además, indicó que, debido a que la bahía se divide en dos estados, ofrece productos y mercados distintos, con la mayor oportunidad en la zona central de Puerto Vallarta.
Respecto a la Riviera Maya, Garcidueñas apuntó que la tendencia en Tulum y Playa del Carmen es la búsqueda de unidades de una recámara tipo hotelero, con costos entre 2,300 y 3,400 pesos por noche.
“Correcto, el tema de los estudios o cuartos tipo hotelero ha tenido un crecimiento brutal en los últimos años en Tulum y, en específico, Playa del Carmen. También algunos en Cancún, en menor proporción, ya generando producto de mayor dimensión y funcionalidad en la zona”, detalló.
Finalmente, Delgadillo indicó que, aunque Los Cabos cuenta con un portafolio menor en comparación con los otros destinos, su oferta de Airbnb es amplia, por lo que se mantiene como una opción atractiva tanto de inversión como de hospedaje, sin afectar la demanda de los hoteles.









