Víctor Legorreta mencionó que a futuro lo único que no se tendrá es más terreno, por lo tanto, la densificación será clave para la construcción de ciudades
Durante la celebración del 30 aniversario de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios(ADI) se reunieron en el escenario principal, seis grandes arquitectos mexicanos, que, en la contemporaneidad, compartieron sus pensamientos e ideales sobre la densificación de las ciudades.
Benjamín romano de LBR arquitectos, Víctor Legorreta de Legorreta arquitectos; Carlos Hernández del Valle de taller SC; Enrique Macotela de desarrolladora del parque; Luis Fernández de Ortega de VFO arquitectos y Felipe Leal de Leal Arquitectos fueron los invitados a la mesa de arquitectura de la ADI.
A lo largo de la cátedra, los arquitectos llegaron al común acuerdo de que la verticalidad es una necesidad, debido a que ésta permite maximizar los espacios dentro de las ciudades. Lo que mejoraría la calidad de vida de todos los habitantes y con ello la densificación de las ciudades.
Sin embargo, antes de concretar esta idea de ciudades naturalmente densificadas, hay que solucionar los retos que inhiben su existencia y con ello, perder el miedo a esta nueva constitución de la ciudad. Bajo esta premisa, Víctor Legorreta mencionó que a futuro lo único que no se tendrá es más terreno, por ende, el terreno será cada vez más caro;” está muy comprobado que las ciudades más densas son mucho más sustentables. entonces creo que tenemos que ir hacia allá, tenemos que romper estos estigmas”, reforzó.
Por su parte, Benjamín Romano señaló que dichas construcciones permitirían el uso más eficiente de los servicios que requieren los habitantes. Asimismo, Romano aseguró que el aprovechamiento de los espacios subterráneos ayudaría a combatir las problemáticas actuales que existen en la ciudades, entre las que se encuentra; la reducción de contaminantes, el consumo de energías, el uso excesivo del automóvil, entre otros.
¿Cómo aprovechar los espacios de los edificios?
Víctor Legorreta aseveró que para aprovechar los espacios de manera eficiente, también se necesita de lugares con buena conexión al transporte y al espacio público. No obstante, existe la alternativa de crear estas características, de formar espacios o centros de barrio que unifiquen a los edificios con el exterior.
Mientras tanto, Enrique Macotela destacó que, uno de los principales retos de la arquitectura contemporánea es la integración de las ciudades con los edificios. En ese sentido, resaltó la necesidad de edificios que se abran hacia las banquetas, que integren al comercio y que cuenten con espacios activos que puedan ser disfrutados por toda la ciudadanía.
A pesar de ello, Felipe Leal mencionó que la porosidad no sólo se trata de plantas bajas activas, sino del edificio entero. Ya que, con los usos mixtos, cada nivel es utilizado para algo diferente, por lo tanto, no es necesaria la implementación de un lobby en planta baja.
“Entonces la planta baja puede tener una conexión mucho mayor con la ciudad y después tener en los niveles superiores de acuerdo a las características de cada uno de los multiusos que tiene el edificio”, recalcó el arquitecto.
En ese sentido, Luis Fernández recalcó que tener una planta baja activa ofrece la alternativa de generar una ciudad mucho más amigable y con menos barreras. Por lo tanto, los edificios se vuelven mucho más amables y democráticos hacia la vida pública y la comunidad, “la vida comunitaria dónde vive y donde hacemos sociedad.”
Por lo tanto, los arquitectos mencionaron que la porosidad juega un papel fundamental en la generación de ciudades más densas. Y, de la necesidad de los seres humanos de tener contacto con el exterior, a través de la planta baja, fachadas, azoteas, rooftop, entre otros.
Visión mexicana
Con la pandemia, las ciudades resaltaron sus necesidades; existe una necesidad de abrir el espacio privado con el público, pero también existe la necesidad de generar espacios sustentables y amigables con el medio ambiente.
Sobre el hilo, Benjamín Romano destacó que en Torre Reforma se crearon espacios ventilados y abiertos a lo largo del edificio. Lo que generó un apetito en los clientes y empresas transnacionales que buscan edificios con dichas condiciones.
“Para mí la pandemia nos puso de cabeza, y nos cambió la idea para dejar de hacer cajas de cristal, donde nos olvidamos del sol, del calor, el frío. Me parece que tenemos que volver a esa arquitectura que se protege del clima”, acentuó Romano.
Carlos Hernández mencionó que en Chapultepec uno, lograron adecuar espacios abiertos con terrazas y azoteas verdes. Además de ello, concretaron que en cada piso tuviera existiera un espacio abierto, dónde pudieran salir ocupantes de oficinas, hotel, residencias y el mismo restaurante.
No obstante, Víctor Legorreta aseguró que no es solo buscar protección, adaptación al clima y azoteas verdes, sino edificar para México.
“Cómo dice Benjamín, edificios que se tengan que ventilar, edificios que tengan que estudiar las diferentes orientaciones, las diferentes fachadas, tenemos un clima increíble en México. Entonces ¿por qué no podemos hacer edificios con una arquitectura de Torres mexicanas? Y, no me refiero a pintarlo de Rosa mexicano que todos lo hacen, sino que vaya más allá, que realmente se adapten al clima que tenemos nosotros” aclaró Legorreta.
Normatividad contra arquitectura
A pesar del brillante futuro que planea la arquitectura para México, existe un gran problema que impide su progreso; La normatividad, la cual se encuentra obsoleta desde hace años, y hace difícil el trabajo para los arquitectos.
“Todo tipo de parasoles, de volados, de energía pasiva te cuentan o como metros cuadrados construidos qué te reducen el cus o te quitan o no te los integran dentro de los metros cuadrados rentables. Yo creo que hay muchas situaciones qué tenemos que volver a analizar como arquitectos, como políticos, cómo asociación de desarrolladores inmobiliarios. Fomentar el uso de recursos qué no deberían de contar como parte de la intensidad de construcción para generar una arquitectura más lógica con el clima en el que vivimos todos, “ agregó Enrique Macotela. Sin embargo, aseguró que los arquitectos han cambiado su percepción de gran altura a gran diseño de calidad.
En relación a ello, Luis Fernández enfatizó en que los arquitectos deben ir más allá de lo que el reglamento actual les permite. Para ello se necesita de la construcción de planes de desarrollo urbano, ordenación territorial de las ciudades y el país, que deben ir en conjunto, eso por el lado de los arquitectos.
Mientras tanto, las autoridades deberán estar abiertas al diálogo y la negociación, lo que generará que los engranes para la construcción de ciudades densas, acorde a las necesidades humanas, sea una realidad.
“La arquitectura está integrada en el usuario final, los edificios se han vuelto mucho más reflexivos a las necesidades humanas, sobre todo después de superar la pandemia. Creo que esto nos sensibilizó mucho en cómo debe ser la arquitectura, las soluciones arquitectónicas en un futuro, y eso es centrarnos en las personas”, destacó Luis Fernández.
“Entonces si la mayor parte de los problemas está en las ciudades, en las ciudades están las soluciones, justamente no es negarlas, al contrario, las ciudades es el elemento en el que debemos encontrar y tener una resiliencia a una serie de problemas qué nos afectan”, finalizó Felipe Leal.