Guillermo Peñalosa afirmó que todas las decisiones que se tomen en las ciudades mexicanas deben priorizar tres factores: equidad, sostenibilidad y salud
La pandemia por Covid-19 afectó a la población global de formas inimaginables, además de que trajo consigo una grave crisis económica y sanitaria. Sin embargo, también ha representado una muy buena oportunidad para transitar hacia una urbanización mucho más equitativa y sostenible.
A decir del urbanista Guillermo Peñalosa, esta crisis ha servido para caer en cuenta de que la manera en la que se habían desarrollado las ciudades en los últimos 60 años no era sostenible ni ambiental ni económicamente, además de que afectaba la salud mental y física de la población.
Peñalosa mencionó que la mitad de las viviendas que se ubicarán en las ciudades del mundo dentro de 40 años no existen hoy; es decir, actualmente hay cerca de 3,500 millones de personas viviendo en ciudades, sin embargo, para los próximos 40 años se estima que esa cifra aumente hasta los 7,000 millones de personas.
“En el caso de México, va a aumentar la población en unos 35 millones de habitantes. Entonces, ¿cómo vamos a vivir? No podemos seguir haciendo lo mismo, la realidad es que llegaron los coches hace 100 años y destruimos las ciudades para darle la bienvenida al coche; eso fue un pésimo ejemplo donde, porque eran la innovación, no importaba que fuéramos destruyendo”, dijo.
Y, en ese sentido, el urbanista destacó la necesidad de cambiar radicalmente la manera en la que se desarrollan y se administran las ciudades, pues “lo que veníamos haciendo no está bien, y la pandemia nos ayudó a verlo”.
Ejemplo de lo anterior es que, gracias al confinamiento impuesto por los gobiernos locales a nivel mundial, en todas las ciudades la calidad del aire mejoró, ya que se redujo drásticamente la cantidad de automóviles que circulaban en las calles.
“De pronto pudimos ver que, con menos coches, el aire estaba limpio, y eso también nos presenta unos desafíos, ya sabemos qué es lo que hay que hacer. Cada año mueren más de 600,000 niños por mala calidad de aire y a más de 3 millones de niños se les daña los pulmones, entonces, ¿qué queremos hacer? Queremos salvar esas 600,000 vidas y queremos salvar de enfermedades pulmonares a 3 millones. No queremos volver al 2019 y seguir de la misma manera. Eso también nos mostró que sí hay posibilidades de mejorar”, aseguró.
Además, recordó que en la Ciudad de México, y en todas las urbes del mundo, las calles ocupan cerca del 30% del suelo urbano; es decir, son el espacio público más grande. Por consiguiente, las calles pertenecen a todos los ciudadanos; tanto a los automovilistas como a los peatones, a los niños, a los adultos y personas de la tercera edad, y esos espacios públicos también deben concebirse de una manera diferente.
Y, de igual manera, indicó que la pandemia visibilizó la falta de equidad que existe en las zonas urbanas, ya que existen alcaldías o colonias que cuentan con muchos árboles y áreas verdes; mientras que en otras la convivencia entre lo natural y urbano es prácticamente nula.
“Cuando uno sobrevuela la ciudad es fácil saber dónde viven los ricos y dónde viven los pobres. Donde viven los ricos hay mucho verde, árboles, parques, etcétera; mientras que donde viven los pobres no hay nada. Entonces, ya nos dimos cuenta de eso y tenemos que cambiar de una manera radical. La equidad implica que tenemos que crear parques en todas las zonas; yo creo que tenemos una oportunidad muy grande, pero no va a ser fácil si no hay un liderazgo de parte de los gobiernos”, expuso.
Por lo anterior, Peñalosa consideró que todas las decisiones que se tomen en materia de desarrollo urbano, tanto en la CDMX como en cualquier ciudad, deben priorizar tres factores principales: la equidad, la sostenibilidad y la salud física y mental de los ciudadanos.
“Todo lo que vayamos a hacer hay que evaluarlo alrededor de eso. En el tema de la sostenibilidad tenemos el cambio climático; o sea, el Covid-19 fue terrible, pero frente al cambio climático es un juego de niños. No podemos seguir hablando y hablando, hay que cambiar la manera en la que nos movemos, los lugares donde vivimos”, comentó.
El urbanista resaltó que es necesario frenar la expansión desordenada de las zonas urbanas y tratar de densificar hacia adentro; además de dejar de privilegiar al automóvil e impulsar más opciones de movilidad para peatones, ciclistas y otras opciones más sustentables.
“Ninguna ciudad del mundo ha resuelto el problema de movilidad en función del coche privado; entonces, hay que dar prioridad a los peatones, a los que usan la bicicleta, el transporte público y los coches compartidos”, afirmó.
Asimismo, precisó que, cuando se habla de ciudades inteligente, nada tiene que ver con la tecnología, sino de una ciudad con árboles, con áreas verdes, que es caminable e incluyente y segura para todas las personas.
“La gente dice ‘ya hay una app para saber dónde hay estacionamientos libres’. No, antes de eso hay que ver cómo disminuimos la cantidad de coches. Hay que mejorarlo de una manera radical”, mencionó.
Finalmente, Guillermo Peñalosa subrayó que hoy en día existe una muy buena oportunidad para mejorar las ciudades; sin embargo, para lograrlo es necesaria la participación de todas las personas.
“Tenemos una oportunidad maravillosa. Hay que tener en cuenta que aquí no va a bajar un marciano a arreglar la Ciudad de México ni ninguna ciudad, es entre todos. Todo el mundo está hablando de urbanismo, y es que todos tienen que participar, no sólo los que estudiaron Urbanismo; el dentista, el abogado, la persona que hace hamburguesas, el que atiende las maletas en el aeropuerto, todos tenemos que ver porque todos nos vamos a ver impactados de una manera u otra. Yo creo que viene un periodo maravilloso, y veo con optimismo que la gente está empezando a querer más experiencias y menos bienes, acumular menos y mejorar su calidad de vida”, concluyó.
Este texto se incluye en la edición Mayo-Junio de la Revista Inversión Inmobiliaria