Atender el tema de la vivienda abandonada, aumentar la capacidad de crédito y acercarse con los derechohabientes, son parte de los desafíos que se han puesto en la mesa del Infonavit para atender en este primer año del nuevo sexenio
Por Edgar Rosas
El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) llega a su 47 aniversario en un contexto particular. Por un lado, el Instituto aparece en el escenario nacional consolidado como un organismo financiero sólido, con reservas que le permiten hacer frente al reto que representa dotar de vivienda a los trabajadores. Y por otro, se encuentra inmerso en un cambio de gobierno, que trae consigo un cambio de administración en el propio Instituto y nuevos retos por atender para mantener al tren de la vivienda en ritmo.
Este escenario de transición ha representado para el Infonavit la idea de dar un giro a la visión con la que ha operado en los últimos años. Y es que el nuevo director general, Carlos Martínez Velázquez, ha hecho énfasis que la meta principal de la nueva a administración es convertir al Instituto en un organismo que voltee la mirada a la gente y que ponga al centro de las prioridades la mejora en la atención hacia la derechohabiencia.
Concretamente, el diagnóstico de la nueva administración parte de la idea que el organismo se ha alejado de los trabajadores, en temas como la cobranza, por lo que, asegura, resulta necesario implementar una estrategia que permita acercarse con los derechohabientes y robustecer el papel del Infonavit como organismo de seguridad social.
Desde su toma de protesta, Martínez Velázquez definió el perfil que tomaría el organismo en este, el primer año del nuevo gobierno. Entre otras cosas, hizo énfasis en la necesidad de aumentar la eficiencia en la operación del Instituto, reducir el gasto, mejorar la política de crédito para evitar la compra de viviendas que corren el riesgo de ser abandonadas y, en primer lugar, establecer la estrategia de acercamiento con los trabajadores.
Sin embargo, al paso de estos cinco meses la lista de objetivos inmediatos planteados ha crecido y se han sumado retos y necesidades por atender para el Instituto. En particular, el Infonavit ha cobrado los reflectores como un organismo clave ante el cambio en la política de vivienda impulsada desde el gobierno federal, sobre todo para mantener la entrega de crédito.
Y es que, con la eliminación del Programa de Acceso al Financiamiento para Soluciones Habitacionales, y el cambio de enfoque en materia de entrega de subsidio, la dinámica en el sector tomó otro rumbo. Esta nueva visión planteada por las autoridades, reduce el apoyo federal para que trabajadores de menores ingresos puedan comprar una vivienda, lo que trastoca directamente al Instituto.
Ante este cambio de postura, se confirió al Infonavit la necesidad de analizar y plantear un esquema que permita aumentar los montos de crédito que otorga a sus trabajadores y con ello compensar la decisión que limitó el número de recursos para apoyar que más trabajadores asalariados puedan comprar su casa. Sin embargo, el modelo no se ha podido presentar, pues, en palabras del propio Carlos Martínez, es muy importante analizar con lupa el aumento, ya que incrementar la capacidad de compra podría repercutir en la rentabilidad del Instituto.
“Aumentar los montos máximos de crédito significa también ir en contra de los intereses de la mayoría de los trabajadores que no utilizan el crédito a la vivienda (…)
“Es una situación muy delicada que los tres sectores que conforman al Infonavit analizan seriamente, porque aumentar los montos máximos de un lado, significa dar menor rendimiento al ahorro del otro lado”, expuso a Revista Vivienda.
En primera instancia, Carlos Martínez habló que en abril podría haber presentado este esquema para compensar la caída de subsidio. No obstante, el estudio y análisis sobre el tema ha llevado a que el tema se alargue.
Incluso, en este sentido, el Sector de los Trabajadores ha salido al paso al señalar que no apoyará un posible aumento en el monto de los créditos sin antes concretar cambios de fondo en el tema de la calidad de la vivienda. A decir de los representantes del sector obrero del Infonavit, primero es fundamental que se garantice que las viviendas a construirse cumplan con los requerimientos para otorgar calidad de vida a las familias.
Cabe destacar que en el panorama del Infonavit hay otros elementos prioritarios por atender que se han añadido en estos meses de trabajo. Uno de ellos es lo relacionado a atender el tema de la vivienda abandonada. En esa lógica se espera la presentación de un esquema que, en coordinación con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), permita rescatar conjuntos habitacionales que padecen este fenómeno.
Avances
En estos primeros cinco meses de labores, el Infonavit ha lanzado una seria de esquemas y acciones que buscan lograr el objetivo planteado por la nueva administración: aumentar la eficiencia y acercarse con la gente. En este sentido, uno de los esquemas, que incluso se ha convertido en emblema en este arranque de sexenio, es el Programa de Responsabilidad Compartida. Con este esquema, las nuevas autoridades plantean el objetivo de ayudar a los trabajadores a liquidar sus créditos y atender así una de las demandas persistentes de los derechohabientes, en la que se plantea que por más que pagan, el saldo de la deuda crece.
En términos generales, el esquema busca reestructurar los financiamientos, con lo que se contempla migrar los créditos originados en Veces Salarios Mínimos a Pesos, así como otorgar descuentos a los acreditados de en promedio 55% en relación al saldo del financiamiento.
[quote]“El Programa de Responsabilidad Compartida, que presentamos el pasado 6 de febrero, busca detener el crecimiento inhumano e irracional de los créditos en salarios mínimos. De esos que pagan y pagan y no terminan de pagar. Hoy se han firmado 22,000 convenios de aceptación del programa, que son 4,500 millones de pesos en descuentos y que dan certeza a los trabajadores sobre pagos futuros. Este ya es el programa más exitoso que haya hecho el Infonavit en la materia en toda su historia”, señaló Carlos Martínez.[/quote]
Sumado a este elemento, de acuerdo con el Instituto, uno de los avances más significativos alcanzados hasta el momento es lo relacionado con el recorte al gasto. Según la información proporcionada, al mes de abril se logró un recorte al gasto del orden de los 1,800 millones de pesos, por lo que, aseguró, antes de concluir 2019 se superará la meta de 2,000 millones de pesos.
Aunado a lo anterior, el organismo destacó las acciones emprendidas en aras de concretar cambios al sistema de compras. En relación al tema, abundó que la administración del Instituto solicitó a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) emitir una opinión al respecto para lograr una mayor eficiencia en el rubro.
De igual forma, el Infonavit firmó un convenio con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNHD) con el que se busca que los procesos de atención al trabajador garanticen el respeto a los derechos humanos. Sobre todo, esta línea busca regular la actuación de los despachos de cobranza ante las denuncias por abusos levantadas por parte de los derechohabientes.
Al respecto, el Infonavit inició una auditoría sobre los juicios masivos que se promovían. Como resultado, expuso se ha suspendido a cuatro despachos de cobranza, y se cancelaron este tipo de juicios. Las acciones, dijo, se traducirá en un nuevo modelo de apoyo al pago para los derechohabientes.
“Las acciones impulsadas van en cumplimiento de nuestro objetivo: un Infonavit más austero y cercano a los trabajadores. En esta tarea el liderazgo del Secretario Meyer ha sido fundamental para concretar los cambios, lo mismo que la colaboración de los sectores que conforman el Instituto”, apuntó Martínez.
Este texto se incluye en la edición 119 de Revista Vivienda.