Si queremos que la vivienda sea un motor de México, debe quedar claro que para funcionar, este motor requiere un combustible fundamental e insustituible; financiamiento…
Y en esta ecuación es necesario que el financiamiento sea adecuado, suficiente y oportuno para los dos aspectos que definen un mercado; oferta y demanda.
Asumiendo que el crédito hipotecario individual está razonablemente atendido por organismos federales y banca comercial, se puede afirmar que el verdadero reto de la vivienda está en garantizar el financiamiento a su producción.
Es en este aspecto donde la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) ha jugado un papel determinante…
La semana pasada, al presentar su programa 2017, Jesús Alberto Cano Vélez, director general de la SHF, dijo que el año pasado el organismo otorgó créditos y garantías por 100,000 millones de pesos, y que a lo largo del sexenio el total alcanza 338,000 millones.
Durante esta administración la SHF se ha transformado, pasando de ser un banco que apoyaba fundamentalmente la demanda, a uno que impulsa específicamente la oferta, creciendo 10 veces en monto de una cartera que hoy representa 1.7% del PIB.
Al reiterar que este año el organismo mantendrá el dinamismo en todos sus programas, Cano Vélez destacó que la SHF representa 26% de la cartera total a nivel nacional en materia de crédito puente para la producción de vivienda, y que sumando las garantías que otorga a la banca privada su participación alcanza 43% del mercado.
Hoy la SHF puede presumir que impulsa la producción de una de cada tres viviendas que se generan en el país, y que a la fecha financia la producción de más de 1,000 proyectos, que se traducen en más de 150,000 viviendas, trabajando para ello con 18 bancos y varias sofomes, así como con más de 500 desarrolladores inmobiliarios.
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